Wednesday, August 03, 2005

Primera Parte: Aspectos Conceptuales

Biología del Conocer
Don Fernando Flores expresó que a su pensamiento, a partir de las reflexiones que inició en su presidio político y que luego continuó con sus estudios de filosofía en Berkeley, con la lectura de Humberto Maturana y Francisco Varela, las conversaciones le ejercieron una influencia fundamental. Además, ha dicho que las preguntas que de allí emergieron las desarrolló más plenamente en sus estudios de filosofía en Estados Unidos. Por otro lado, en el prefacio del libro "El Arbol del Conocimiento" se menciona a Flores trabajando en colaboración creativa con Maturana en la extensión radial de estas dimensiones conceptuales.
En el libro "Understanding Computers and Cognition" escrito por los autores Flores y Winograd, se menciona un resumen del trabajo de Maturana entre otros trabajos preliminares que desafían los supuestos teóricos de la tradición racionalista, poniendo en tela de juicio muchos de los aspectos normalmente aceptados en esta tradición.
Es así como estos autores se refieren a que la tarea de Maturana es efectuada desde el trasfondo de un biólogo y no de un filósofo, y que atiende primaria y fundamentalmente a la naturaleza de los organismos biológicos considerados como sistemas mecanicistas determinados por su estructura.
En efecto, a juicio de estos autores, el trabajo de Maturana permite superar la preconcepción limitante de la tradición racionalista con dos conceptos útiles: ellos son el papel del observador como creador de dominios fenoménicos y el de acoplamiento estructural. Ambos ayudan a comprender el comportamiento que se genera mecánicamente pero que no se programa de esa manera.
Flores y Winograd afirman que Maturana ha estado implicado en el conocimiento de cómo los procesos biológicos pueden dar lugar a fenómenos de conocimiento y lenguaje y que en ello ha pasado por las siguientes etapas: 1) La organización funcional de la retina de la rana; 2) Desarrollo de una teoría de la organización de los seres vivos; y 3) Desarrollo de una teoría del lenguaje y del conocimiento. Estos mismo autores, resumen el trabajo de Maturana enfatizando los siguientes puntos: 1) La Clausura del Sistema Nervioso; 2) Autopoiesis, Evolución y Aprendizaje; 3) Dominio Cognitivo; 4) Dominios Consensuales; 5) El Observador y la Descripción; 6) Dominios de Explicación. A continuación presentaremos un resumen de algunos de estos puntos.
La Clausura del Sistema Nervioso.
En el libro "El Arbol del Conocimiento", los autores Maturana y Varela definen la conducta como: la descripción que hace un observador, de los cambios de estado de un sistema con respecto a un medio al compensar las perturbaciones que recibe de éste. Agregan, que el sistema nervioso no inventa la conducta, sino que la expande de manera dramática. Con esto quieren decir que el sistema nervioso surge en la historia filogenética de los seres vivos como un tejido de células peculiares, que se inserta en el organismo de tal manera que acopla puntos en las superficies sensoriales con puntos en la superficies motoras. Así, al mediar este acoplamiento con una red de neuronas, se amplia el campo de las posibles correlaciones sensomotoras del organismo y expande el dominio de la conducta. Y aún más, la superficie sensorial no sólo incluirá aquellas células que vemos externamente como receptores capaces de ser perturbados por el ambiente, sino que también todas las células capaces de ejercer una influencia en el estado de la red neuronal. Esto los lleva a definir que en cuanto a su organización, el sistema nervioso posee una clausura operacional. Esto quiere decir que el sistema nervioso está constituido de tal manera que cualquiera que sean sus cambios éstos generan otros cambios dentro de él mismo, y su operar consiste en mantener ciertas relaciones entre sus componentes invariantes a las continuas perturbaciones que generan en él tanto la dinámica interna como las interacciones del organismo que integra. En otras palabras, el sistema nervioso opera como una red cerrada de cambios de relaciones de actividad entre sus componentes.
En el libro "La Objetividad, un argumento para obligar" Maturana describe que anatómicamente, la organización de un sistema nervioso es la de una red cerrada de componentes interactuantes que integran un sistema mayor en el cual se expanden, a través de su operación, el dominio de estados y el dominio de interacciones. Además, describe que operacionalmente su organización es la de una red cerrada de relaciones cambiantes de interacciones entre componentes en las cuales todo cambio de relación de interacciones entre sus componentes genera nuevos cambios de relación de interacciones entre sus componentes, y en el que todo ocurre en un sistema de ciclos altamente interconectados de procesos circulares recurrentes de relaciones cambiantes de interacciones de diferentes constantes espaciales y temporales. De ello, Maturana, extrae las siguientes consecuencias:
1.Debido a su determinismo estructural, el sistema nervioso no opera ni puede operar con representaciones de un medioambiente. Nada externo a él puede especificar qué pasa en él. Debido a ello, es que como sistemas vivientes no podemos distinguir entre percepción e ilusión. La congruencia operacional entre cualquier sistema natural que posee sistema nervioso y su medio, es el resultado de la conservación de la congruencia estructural entre el sistema natural (que tiene sistema nervioso) y su medio a través de su historia de interacciones.
2.Los estados de un sistema nervioso como una entidad compuesta son relaciones de interacciones entre sus componentes; pero, al mismo tiempo, es a través de la operación de las propiedades de sus componentes que un sistema nervioso interactúa como una unidad compuesta. La estructura y el dominio de estados de un sistema nervioso cambian cuando las propiedades de sus componentes cambian como resultado de los cambios estructurales gatillados en ellos por sus interacciones. Debido a esto, la estructura y el dominio de estados del sistema nervioso, integrado por componentes cambiantes, cambian también, y lo hacen siguiendo un curso contingente a la historia de las interacciones de sus componentes.
3.Un sistema nervioso, al integrar un organismo como sistema mayor, existe como un todo, como unidad compuesta, en el dominio de existencia del organismo que integra. Sus componentes interactúan a través de éste en el dominio de interacciones en el cual este interactúa como resultado. La estructura de los componentes de un sistema nervioso, la del sistema nervioso que ellos componen, así como el dominio de estados de éste, y la estructura del organismo que el sistema nervioso integra, cambia congruentemente siguiendo un camino de interacciones del organismo. Es decir, la estructura del sistema nervioso y sus dinámicas de cambio están dinámicamente acopladas a la estructura del organismo y sus dinámicas de cambio. Esto permite afirmar que el sistema nervioso participa a través de sus dinámicas de estado en la generación de la conducta del organismo que integra, dado que, los cambios de estado del sistema nervioso resultan en cambios de estado del organismo y los cambios de estado del organismo resultan en cambios en sus interacciones, esto es, en su conducta. Por esto, la estructura de un sistema nervioso es siempre el presente en un flujo de cambios estructurales surgiendo contingentemente con la historia de interacciones del organismo que integra. Sus dinámicas de estado son siempre operacionalmente correspondientes con las características históricas de las conductas del organismo que este genera.
4.Todo esto es aplicable a los seres humanos en su operación en el lenguaje. El lenguajear ocurre en el flujo de coordinaciones recursivas de comportamientos consensuales. Una recursión es la repetición de un proceso circular que un observador ve acoplado a un fenómeno histórico, de tal manera que éste puede sostener que en el flujo histórico de ese fenómeno, esa repetición resulta en la reaplicación de ese proceso a las consecuencias de sus ocurrencias previas. No todos los procesos circulares son procesos recursivos. En el sistema nervioso no hay procesos recursivos hasta que surge el lenguajeo, aún cuando el sistema nervioso sea una red circular de procesos circulares interconectados de diferentes constantes temporales. Sólo con respecto al flujo de coordinación de acciones recursivas del lenguajeo, algunos de estos procesos circulares constituyen procesos recursivos.
5.En la medida que la estructura y el operar de un sistema nervioso se dan en cada instante, como su presente estructural y operacional en la historia de interacciones del organismo que integra, generando sus dinámicas conductuales en ese presente, el sistema nervioso de un organismo que participa en el lenguaje puede generar una dinámica de estados como red cerrada de relaciones de actividad entre sus componentes. Debido a esto, un organismo que participa en un dominio de lenguajeo en el cual el observar, el reflexionar y la autoconciencia han aparecido, puede operar en un soliloquio, esto es, en un flujo de dinámicas internas que un observador ve como reflejando un diálogo interno en autoconciencia o conocimiento de sí mismo.
Autopiesis, evolución y aprendizaje
A juicio de los autores Flores y Winograd, el entendimiento que tiene Maturana de la relación de un organismo con su entorno conduce a un problema epistemológico, dado que según las teorías del conocimiento provenientes del sentido común de nuestra cultura, lo que conocemos es una representación del mundo exterior. Creemos que en base a la información recopilada por medio de la percepción, el cerebro, de alguna manera, almacena hechos, los utiliza para extraer conclusiones y los actualiza en base a la experiencia.
Estos mismos autores señalan que si miramos el sistema nervioso como un sistema cerrado, debemos preguntarnos cómo un organismo llega a tener conocimiento del mundo. ¿Cómo puede una historia de perturbaciones independientes conducir al fenómeno de la cognición, que nuestra intuición instrospectiva no nos permitirá rechazar?. Maturana busca explicar el origen de todos los fenómenos de la cognición en términos de la filogenia (historia de las especies) y ontogenia (historia individual) de los sistemas vivos. Para hacer esto, primero, debe dar una cuenta adecuada de la organización de los seres vivos.
Según estos mismos autores, Maturana y Varela caracterizan la organización de los seres vivos como "autopoiéticos", entendiendo por un sistema autopoiético a: una red de procesos de producción (transformación y destrucción) de componentes que: i) a través de su interacción y transformación regeneran continuamente la red de procesos (relaciones) que los producen; ii) se constituyen (la máquina) como una unidad concreta en el espacio en que ellos (los componentes) existen por la especificación del dominio topológico de su realización como dicha red.
En el capítulo II del libro "El Arbol del Conocimiento" los autores Maturana y Varela exponen la organización de lo vivo en los siguientes términos.
1.El punto de partida ha sido darse cuenta que todo conocer es un hacer por el que conoce, es decir que todo conocer depende de la estructura del que conoce y ello está enraizado en la manera misma de su ser vivo, en su organización.
2.Las bases biológicas del conocer no se pueden entender sólo a través del examen del sistema nervioso y es necesario entender cómo estos procesos se enraízan en el ser vivo en su totalidad.
3.En cuanto a la materialidad de los seres vivos ella provendría de que en la tierra primitiva habría existido la continua producción abiógena (sin la participación de los seres vivos) de moléculas orgánicas tanto en la atmósfera como en los mares. En esta situación fue posible la formación de redes de reacciones moleculares que producen a las mismas clases de moléculas que las integran y que limitan el entorno espacial en que realizan. Tales redes e interacciones moleculares que se producen a sí mismas y especifican sus propios límites son los seres vivos.
4.A lo largo de la historia de la biología se han propuesto muchos criterios para definir un ser vivo. Se han propuesto la composición química; la capacidad de movimiento; la reproducción; combinaciones de los criterios mencionados.
5.Los seres vivos se caracterizan porque poseen una organización autopoíética, es decir, se producen continuamente a sí mismos.
6.Los componentes moleculares de una unidad autopoiética celular deberán estar dinámicamente relacionados en una continua red de interacciones. A esta red se le conocen muchas de sus transformaciones químicas concretas y su denominación colectiva en bioquímica es la de metabolismo celular.
7.Este metabolismo celular produce componentes todos los cuales integran la red de transformaciones que los produjo, y algunos de los cuales conforman un borde, un límite para esta red de transformaciones, que puede verse como una membrana. Esta membrana, no sólo limita la extensión de la red de transformaciones que produjo sus componentes integrantes, sino que participa en ella. Por un lado, podemos ver una red de transformaciones dinámicas que produce sus propios componentes y que es la condición de posibilidad de un borde, y por otro, podemos ver un borde que es la condición de posibilidad para el operar de la red de transformaciones que la produjo como una unidad.
8.El que los seres vivos tengan una organización, no es propio de ellos, sino común a todas aquellas cosas que podemos investigar como sistemas. Sin embargo, lo que es peculiar en ellos es que su organización es tal que su único producto es sí mismos, donde no hay separación entre productor y producto. El ser y el hacer de una unidad autopoiética son inseparables, y esto constituye su modo específico de organización.
9.Las unidades autopoiéticas especifican la fenomenología biológica como la fenomenología propia de ellas con características distintas de la fenomenología física. Esto es así porque los fenómenos que generan su operar como unidades autopoiéticas dependen de su organización y de cómo ésta se realiza, y no del carácter físico de sus componentes que sólo determina su espacio de existencia.
En cuanto al aprendizaje, en este mismo libro en el capítulo VII estos mismos autores señalan:
1.La riqueza plástica del sistema nervioso no está en que guarde representaciones de las cosas del mundo, sino que en su continua transformación permanece congruente con las transformaciones del medio como resultado de que cada interacción lo afecta.
2.Desde el punto de vista del observador, eso se ve como aprendizaje adecuado.
3.Lo que está ocurriendo es que las neuronas, el organismo que integran, y el medio que éste interactúa, operan recíprocamente como selectores de sus correspondientes cambios estructurales, y se acoplan estructuralmente entre sí.
4.El operar del organismo, incluyendo su sistema nervioso, selecciona los cambios estructurales que le permiten seguir operando, o se desintegra.
5.Para un observador el organismo aparece como moviéndose adecuadamente en un medio cambiante, y él habla de aprendizaje. Es para él que los cambios estructurales que ocurren en el sistema nervioso parecen corresponderse a las circunstancias de las interacciones del organismo.
6.Para el operar del sistema nervioso, en cambio, sólo hay una deriva estructural continua que sigue el curso en que en cada instante se conserva el acoplamiento estructural (adaptación) del organismo a su medio de interacción.
7.Toda conducta es un fenómeno relacional que un observador señala entre organismo y medio. Sin embargo, el ámbito de conductas posibles de un organismo, está determinado por su esctructura, ya que es ésta la que especifica sus dominios de interacciones.
8.Cada vez que en los organismos de una misma especie se desarrollan ciertas estructuras con independencia de las peculiaridades de sus historias de interacciones se dice que tales estructuras están determinadas genéticamente, y que las conductas que ellas hacen posibles son instintivas.
9.Si las estructuras que hacen posible una cierta conducta en los miembros de una especie se desarrollan sólo si hay una historia particular de interacciones, se dice que las estructuras son ontogénicas y que las conductas son aprendidas.
En el libro "El Sentido de lo Humano", refiriéndose al aprendizaje en los seres humanos, Maturana expresa lo siguiente:
1.Las teorías que corrientemente usamos para hablar de aprendizaje, de conocimiento o de saber, nos llevan a suponer que el aprender es la captación de algo independiente de nosotros.
2.De aquí surgen al menos dos preguntas: ¿Consiste, operacionalmente, el saber en poder hacer referencia a algo independiente de que dice que sabe?, y el aprender, ¿consiste en la captación de algo externo e independiente de uno?
3.La respuesta de Maturana a estas dos interrogantes es que eso no pasa y no es posible debido a la naturaleza de nuestra constitución como seres vivos.
4.Nosotros como seres vivos somos sistemas determinados en nuestra estructura, y lo que pasa con nosotros en cada instante depende de nuestra estructura en ese instante.
5.Lo que a nosotros nos pasa en cada instante depende de cómo somos en ese instante y no somos sistemas con una estructura permanente, somos sistemas con una estructura en cambio continuo: un cambio que sigue un curso u otro, según las contingencias de nuestras interacciones. Pero, en cada instante, lo que nos pasa está determinado por nosotros.
6.¿Que será el aprender entonces?. Tiene que ser algo diferente del captar algo externo, puesto que no se puede dar el captar algo externo, ya que en la interacción lo que a uno le pasa, depende de uno. ¿Que será el conocer en estas circunstancias?.
7.Lo que uno hace es escuchar al otro y decidir si el otro sabe o no sabe sobre la base de que lo que uno escucha del otro satisfaga o no ciertas nociones que uno tiene respecto de lo que uno escucha. De modo que el conocer es una adscripción que uno le hace al otro cuando la conducta del otro satisface el criterio de validez que uno pone al escuchar.
8.El conocimiento es una adscripción que un observador le hace a otro cuando acepta la conducta del otro como adecuada en el dominio en que escucha.
9.¿En qué consiste el aprender? El aprender es un fenómeno de transformación estructural en la convivencia. Todo profesor sabe que un alumno puede aprender el escuchar del profesor y cada vez, lo que hace, en respuesta a las preguntas que el profesor hace, es satisfacer el criterio de aceptación que el profesor tiene en el dominio que hace la pregunta.
10.Todo ser vivo existe en interacciones en un medio. Lo que le pasa a este ser vivo en sus interacciones es que en cada encuentro con el medio gatilla en él un cambio estructural particular, determinado en él en su estructura en el momento del encuentro.
11.Cada encuentro del medio con el ser vivo gatilla en el medio un cambio estructural determinado en el medio.
12.La consecuencia inevitable y espontánea de esto, es que en una historia de interacciones recurrentes, ser vivo y medio cambian de una manera congruente.
13.Aquello a lo cual hacemos referencia cuando hablamos de aprender, es el resultado de una historia de transformación congruente, de dos o más sistemas que interactúan recurrentemente visto al mirarlos en distintos momentos de esta historia, se salta uno la mirada a la historia, y uno habla de aprender.
El Dominio Cognitivo
Según los autores Flores y Winograd, la preocupación primaria de Maturana es entender el significado de la cognición en relación a la naturaleza fundamental de los sistemas vivos. Rechazando la metáfora de procesamiento de información como base para la cognición, reemplaza la pregunta "¿ Como el organismo obtiene información acerca de su medioambiente ?" por la pregunta "¿Qué es lo que ocurre que el organismo tiene la estructura que le permite operar adecuadamente en el medio en que existe?".
La respuesta a esta pregunta no puede ser generada entendiendo como opera el sistema nervioso, pero puede basarse en la comprensión profunda de cómo la actividad cognitiva es común a toda la vida y cómo es determinada por el subyacente fenómeno de la autopiesis. Como Maturana dice: Los sistemas vivos son sistemas cognitivos, y la vida, como proceso, es un proceso de cognición. Esta afirmación es válida para todos los organismos, con y sin sistema nervioso. ¿Qué significa, entonces, entender a un organismo como un sistema cognitivo?. Citando a Maturana, los autores Flores y Winograd responden: Un sistema cognitivo es un sistema cuya organización define un dominio de interacciones en donde puede actuar con relevancia para la mantención de sí mismo, y el proceso de cognición es la actuación real (inductiva) o conducta en este dominio.
Estos mismos autores concluyen, una explicación cognitiva es una que tiene que ver con la relevancia de la acción para el mantenimiento de la autopoiesis que opera en un dominio fenomenológico que es distinto del dominio de la conducta mecanicista estructuralmente determinada, y citando a Maturana agregan: Como resultado del acoplamiento estructural que tiene lugar a lo largo de una historia, la historia llega a incorporarse en ambas, la estructura del sistema vivo y la estructura del medio, aunque los dos sistemas, necesariamente, como sistemas con estructuras determinadas, siempre operan en el presente a través de un proceso localmente determinado. La historia es necesaria para explicar como un sistema dado o fenómeno llega a ser, pero no participa en la explicación de la operación del sistema o fenómeno en el presente.
En el libro "El Arbol del Conocimiento" los autores Maturana y Varela dicen que todo acto de conocer trae un mundo a la mano, luego, presentan el aforismo: todo hacer es conocer y todo conocer es hacer. También expresan que conocer es acción efectiva, es decir, efectividad operacional en el dominio de existencia del ser vivo.
Hablando del conocer, en el Libro "La Objetividad un Argumento para Obligar", Maturana dice:
1.Nosotros vivimos en una cultura centrada en lo que llamamos conocimiento. De hecho, frecuentemente sostenemos que nuestras acciones deberían ser guiadas por un conocimiento objetivo.
2.¿Qué es lo que estamos sosteniendo como observadores cuando sostenemos saber, y saber objetivamente?.
3.Si reflexionamos desde lo que hacemos cuando queremos saber si otra persona o animal tiene conocimiento de un dominio dado, descubrimos que buscamos una acción o conducta adecuada de esa persona o animal en ese dominio a través de formular una pregunta explícita o implícita en ese dominio.
4.Si consideramos que la conducta o acción (o la descripción de una posible acción o conducta) dada como una respuesta a nuestra pregunta es adecuada o efectiva en el dominio que especificamos con nuestra pregunta, sostenemos que la persona o animal sabe.
5.Si por el contrario, consideramos que tal conducta o acción no es adecuada o efectiva en el dominio especificado por la pregunta, sostenemos que la persona o animal no tiene conocimiento en ese dominio.
6.En otras palabras, conocimiento es conducta aceptada como adecuada por un observador en un dominio particular que él o ella especifica.
7.Necesariamente hay tantos dominios cognitivos diferentes como criterios diferentes que el observador puede usar para aceptar una conducta como adecuada.
8.Cada criterio que un observador puede usar para aceptar como adecuada la conducta de otro organismo (humano o no) con el cual él o ella interactúa, especifica un dominio cognitivo en el dominio de sus interacciones.
9.Cada dominio de realidad, que como un dominio explicativo de la praxis del vivir del observador constituye un dominio de acciones adecuadas para él, es un dominio cognitivo.
10.Nosotros, seres humanos, vivimos en comunidades cognitivas, cada una definida por el criterio de aceptación de lo que constituye las acciones o conductas adecuadas de sus miembros.
11.Los dominios cognitivos son dominios consensuales en la praxis del vivir de los observadores.
12.Debido a esto, ser miembro en cualquier comunidad humana es operacional. Quien sea que satisfaga el criterio de aceptación para ser miembro de una comunidad particular, es un miembro de ella.
13.Como una consecuencia de su manera de constitución, los dominios cognitivos son dominios operacionales cerrados. Un observador no puede salir de un dominio cognitivo operando en él. Un observador no puede observar un dominio cognitivo operando en él.
14.Un observador puede salir de un dominio cognitivo, y observarlo, sólo a través de la consensualidad recursiva del lenguaje especificando otro dominio cognitivo en el cual el primero es un objeto de distinciones consensuales.
15.Todos los diferentes dominios cognitivos que vivimos los seres humanos se intersectan en nuestra corporalidad como el dominio operacional a través del cual todos surgen.
16.Debido a esto, las relaciones pueden ocurrir a través de nuestras corporalidades entre operaciones, que vistas de otra manera, pertenecen a dominios cognitivos no intersectantes, como relaciones que un observador ve en una pantalla entre sombras de objetos que, vistos de otra forma, no están relacionados, porque están situados en diferentes planos.
17.Cuando esto sucede, las ilusiones surgen como distinciones de relaciones entre operaciones que pertenecen a diferentes dominios cognitivos: cualquier afirmación (o acción) en un dominio cognitivo, escuchado (o visto) desde otro dominio cognitivo, no es válido en él, y, de ahí, es una ilusión.
18.Una distinción que un observador ve como una ilusión o expresión de enfermedad, porque él o ella no la toma como una posibilidad de nuevas acciones aceptables, es un acto de creación, si deviene para él mismo u otros observadores en el fundamento para un nuevo dominio de consensualidad, y de ahí, en un nuevo dominio cognitivo en una comunidad de observadores.
Dominios consensuales
Los autores Flores y Winograd mencionan que las fuentes de perturbación para un organismo incluyen otros organismos de igual o diferente clase y que al integrarse entre ellos, cada organismo sufre un proceso de acoplamiento estructural debido a las perturbaciones generadas por los otros. Luego agregan que este proceso mutuo puede conducir a modelos de conducta entrelazados que forman un dominio consensual, que Maturana define en el libro "Biología del Conocimiento" como:
1.Cuando dos o más organismos interaccionan recursivamente como sistemas estructuralmente plásticos, el resultado es un acoplamiento estructural ontogénico.
2.Para un observador el dominio de interacciones especificado a través de dicho acoplamiento ontogénico estructural aparece como una red de secuencias de conductas mutuamente entrelazadas.
3.Las diversas conductas o comportamientos involucrados, son a la vez, arbitrarios y contextuales.
4.Los comportamientos son arbitrarios ya que pueden tener cualquier forma mientras ellos operan con perturbaciones que se dispersan en las interacciones. Son contextuales porque su participación en las interacciones entrelazadas del dominio se definen únicamente con respecto a las interacciones que constituyen el dominio.
En el libro "La Objetividad" refiriéndose al lenguaje, Maturana dice:
1.Un observador sostiene que el lenguaje, o mejor, el lenguajear, ocurre cuando él o ella observa un tipo particular de flujo en las interacciones y coordinaciones de acciones entre seres humanos.
2.Como tal, el lenguaje es un fenómeno biológico puesto que resulta de la operación de los seres humanos como sistemas vivientes, pero ocurre en el dominio de las coordinaciones de acciones de los participantes y no en su fisiología o neurofisiología.
3.Lenguajeo y fisiología ocurren en diferentes dominios fenoménicos que no se intersectan. En otras palabras, el lenguaje como un tipo especial de operación en coordinaciones de acciones, requiere de la neurofisiología de los participantes, pero no es un fenómeno neurofisiológico.
4.En la medida que un observador distingue un sistema determinado estructuralmente, él o ella trae a la mano una entidad compuesta y un dominio en el cual éste interactúa con la conservación de su organización.
5.En tanto un sistema determinado estructuralmente conserva su organización mientras interactúe en un medio particular, y fluye en la secuencia de cambios estructurales que estas interacciones gatillan en él, ese sistema conserva su correspondencia estructural o adaptación en ese medio, de otra manera, se desintegra.
6.Conservación de la organización (relaciones entre componentes que definen la identidad de clase de un sistema) y conservación de la adaptación (relación de las interacciones en un medio que no gatilla la desintegración de un sistema) son condiciones de existencia para cualquier sistema distinguido por el observador.
7.Cuando dos (o más) sistemas determinados estructuralmente interactúan recurrentemente entre ellos en un medio particular, ellos entran en una historia de cambios estructuralmente congruentes que siguen un curso que surge momento a momento contingente con sus interacciones recurrentes, con su propia dinámica estructural interna, y con sus interacciones con el medio, las cuales duran hasta que alguna de las dos o ambas se desintegran o se separan.
8.En la vida diaria, tal curso de cambios estructurales en un sistema contingente a la secuencia de sus interacciones con el medio en el cual conserva organización y adaptación, es llamado deriva.
9.Si los sistemas determinados estructuralmente que interactúan son sistemas vivientes, lo que el observador ve a lo largo del flujo de sus interacciones recurrentes es que sus cambios estructurales congruentes ocurren enmarcados en la realización, y algunas veces en la expansión, de un dominio de coordinaciones de acciones o conductas entre ellos que estaban ya permitidos por sus estructuras iniciales al comienzo de sus interacciones recurrentes.
10.Si lo que ocurre a lo largo de un curso particular de interacciones recurrentes entre dos o más sistemas vivientes es la expansión de un dominio inicial de coordinaciones de acciones, y el observador puede sostener que estas nuevas coordinaciones de acciones no habrían surgido en una historia diferente de interacciones recurrentes entre estos sistemas vivientes, entonces esos sistemas vivientes han establecido un dominio de coordinaciones de acciones consensuales.
11.Dominios de coordinaciones de acciones consensuales son, normalmente, el resultado espontáneo de operaciones de sistemas vivientes bajo interacciones recurrentes.
12.Todo lo necesario para que ellas surjan, es que los sistemas vivientes que participan tengan ya en su primer encuentro la disposición estructural necesaria para que sus interacciones recurrentes ocurran: plasticidad estructural en el dominio de sus interacciones, y la estructura inicial que les permita conservar organización y adaptación mientras que sus estructuras cambian bajo sus interacciones recurrentes.
13.Un observador puede ver que bajo la expansión de un dominio consensual de coordinaciones de acciones existe una recursión en las coordinaciones de acciones de los organismos que participan en ellas.
14.Cuando esto ocurre, lo que observador ve es, por una parte, organismos que interactúan unos con otros recurrentemente en coordinaciones consensuales de coordinaciones consensuales de acciones.
15.Por otra parte, un dominio fenoménico en el cual todos los fenómenos que distinguimos como fenómeno del lenguaje en la vida diaria, ocurren.
16.Cuando ello ocurre, acontece o se constituye el lenguaje, y el fenómeno del lenguaje ocurre en el flujo de coordinaciones consensuales de coordinaciones consensuales de acciones entre organismos que viven juntos en una deriva estructural ontogénica.
17.Estando en el lenguaje, el observar y el observador surgen, el primero, como una recursión de segundo orden en coordinaciones consensuales de acciones que constituyen el fenómeno de distinción, y el segundo, en una recursión de tercer orden en la cual existe la distinción de la realización operacional del observar en lo corporal.
18.Por cierto, cuando lenguajear y observar ocurren, los objetos ocurren como distinciones de distinciones que ocultan las coordinaciones de acciones que éstas coordinan.
19.Cuando el lenguajear, el observar y los objetos ocurren, el fenómeno de autoconciencia puede ocurrir en una comunidad de observadores como una recursión de cuarto orden de coordinación consensual de acciones en la cual el observador distingue su corporalidad como un nodo en una red de distinciones recursivas.
20.El lenguaje, como un dominio de coordinaciones de acciones consensuales recursivas, no opera con símbolos, sino que los símbolos surgen en el lenguaje como distinciones de relaciones entre distinciones, por esto, las palabras no son entidades simbólicas, tampoco pueden denotar o connotar objetos independientes.
21.Las palabras son distinciones de coordinaciones de acciones consensuales. Es por esto, que los sonidos, marcas o movimientos no constituyen palabras por sí solos, y secuencias o grupos de sonidos, marcas o movimientos, no constituyen lenguajeos.
22.El lenguaje ocurre sólo en el flujo de coordinaciones de acciones consensuales recursivas entre organismos en interacciones recurrentes, o, en la operación de un organismo simple, en el flujo de acciones que un observador puede ver como perteneciendo a un dominio implícito de coordinaciones de acciones consensuales con otros organismos, porque ellos surgen en ese organismo simple en sus dinámicas estructurales bajo circunstancias en las cuales su estructura en ese momento es el resultado de su participación en una historia de lenguajeo con otros organismos.
23.Usualmente decimos que un ser humano es excéntrico, enfermo o alienado, cuando lo vemos desarrollando acciones propias del lenguajear fuera de un dominio de coordinaciones de acciones recursivas consensuales.
24.Aún cuando el lenguaje ocurre en un dominio de coordinaciones de acciones, resulta como tal a través de una deriva estructural coontogénica de organismos en interacciones recurrentes.
25.Esto es, el lenguaje ocurre en el flujo de coordinaciones consensuales de acciones de organismos cuyas acciones se coordinan debido a que ellos tienen estructuras dinámicas congruentes que han surgido o están surgiendo a través de sus interacciones recurrentes en una deriva estructural coontogénica.
26.Debido a esto, las interacciones en el lenguaje son interacciones estructurales que gatillan en los organismos interactuantes cambios estructurales contingentes con el curso de las coordinaciones de acciones consensuales en las cuales ellas surgen.
27.Como resultado, aún cuando el dominio del lenguajeo no se intersecta con el dominio estructural de lo corporal de los organismos que interactúan, los cambios estructurales de los organismos que interactúan en el lenguaje son una función de lo que ocurre en sus lenguajeos, y viceversa.
28.Aunque nosotros no estamos usualmente conscientes de esto, en la vida diaria mostramos que sabemos que éste es el caso con los adjetivos que usamos usualmente para caracterizar el lenguajeo de una conversación, en términos de lo que nos pasa en nuestros encuentros corporales.
29.Así, nosotros decimos que las palabras eran suaves, acariciadoras, duras, penetrantes..., todas palabras que se refieren al contacto corporal.
30.Verdaderamente, nosotros podemos matar o exaltar con palabras como experiencias corporales. Nosotros matamos o exaltamos con palabras, porque, como coordinaciones de acciones ellas ocurren a través de interacciones corporales que gatillan en nosotros cambios en el cuerpo, en el dominio de la fisiología.
31.El lenguaje no es nuestro único camino para operar en coordinaciones de acciones consensuales. De hecho, el lenguaje es una recursión de coordinaciones de acciones consensuales.
32.Las coordinaciones básicas de acciones consensuales que son operacionalmente primarias al lenguaje, se llaman coordinaciones de acciones lingüísticas, y el dominio de estas coordinaciones de acciones consensuales básicas se llama un dominio lingüístico de primer orden.
33.De esta manera, podemos decir que el lenguaje es un dominio de coordinaciones de acciones lingüísticas recursivas, o un dominio de coordinaciones de acciones lingüísticas de segundo orden.
34.Nosotros, seres humanos, también coordinamos nuestras acciones entre nosotros, en dominios lingüísticos de primer orden, y nosotros lo hacemos así frecuentemente con animales no humanos.
35.Un dominio de coordinaciones de acciones lingüísticas de primer orden puede ser muy rico y envolvente, dependiendo de la complejidad de la historia de interacciones recurrentes en la cuál ocurre, pero su expansión es sólo aditiva.
36.El lenguaje como un dominio lingüístico de segundo orden puede ser mucho más rico y envolvente por su naturaleza recursiva, y se puede decir que su expansión es multiplicativa.
El observador y la descripción
Refiriéndose a este punto, los autores Flores y Winograd, mencionan que al usar el lenguaje no estamos transmitiendo información ni describiendo un universo externo, sino que estamos creando un dominio cooperativo de interacciones. El propio uso del lenguaje lleva, posiblemente, una precomprensión equívoca.
Luego mencionan, que existe una visión ingenua que toma al lenguaje como transportador de información acerca de una realidad objetiva y que las palabras y frases se refieren a cosas cuya existencia es independiente del acto de hablar, sin embargo, no podemos tener jamás conocimiento acerca de la realidad externa. Podemos tener una estructura que refleja nuestra historia de interacciones en un medio, pero este medio no está formado de cosas que son conocibles. Podemos hablar acerca de un mundo, pero al hacerlo actuamos como observadores.
Posteriormente, citando a Maturana, destacan: Un observador es un ser humano, una persona, un sistema vivo que puede hacer distinciones y especifica qué es capaz de distinguirse como una unidad y es capaz de cooperar como si fuera distinto de las circunstancias en las cuales el observador se encuentra a sí mismo. Todo lo que se diga se hace desde un observador a otro observador, que puede ser él mismo.
A continuación estos autores agregan que como observadores, generamos distinciones en un dominio consensual. Una descripción en cualquier dominio es inevitablemente una afirmación hecha por un observador a otro observador, y está referido no a una realidad externa, sino al dominio consensual compartido por aquellos observadores. Las propiedades de las cosas existen solamente como distinciones operacionales en un dominio de distinciones especificadas por un observador.
Más adelante, citando a Maturana agregan: El dominio lingüístico como dominio orientador de la conducta requiere al menos dos organismos interactuantes con dominios de interacciones comparables de tal modo que se puede desarrollar un sistema cooperativo de interacciones consensuales en el que la conducta emergente de los dos organismos es relevante para ambos. El eje central de la existencia humana es su ocurrencia en un dominio lingüístico cognitivo. Este dominio es social constitutivamente.
Luego comentan que al rechazar la posibilidad de conocimiento objetivo independiente del sujeto, Maturana no adopta la posición solipsística, que nuestro discurso puede tener que ver, en última instancia, solamente con nuestros pensamientos y sentimientos subjetivos. En virtud de ser un discurso, éste cae en un dominio consensual, dominio que existe para una comunidad social. La realidad no es objetiva, pero tampoco es individual.
Luego citando a Maturana, agregan: las diferencias culturales no representan diferentes modos de tratar la misma realidad objetiva, sino que legitiman diferentes dominios cognitivos. Hombres culturalmente diferentes viven en diferentes realidades cognitivas que se especifican recursivamente por medio de vivir en ellas. La cuestión del solipsismo surge únicamente como un pseudoproblema o no surge en ningún caso debido a que la condición necesaria para nuestra posibilidad de hablar acerca de ello es tener la disponibilidad de un lenguaje que sea un sistema consensual de interacciones en un dominio cognitivo dependiente del sujeto. Esta condición constituye la negación del solipsismo.
Finalmente, estos autores destacan que al referirse a la conciencia, Maturana enfatiza su continuidad con otros fenómenos de cognición más que verlo como una capacidad fundamentalmente diferente. El ve la conciencia como generada a través de la operación del dominio consensual en el que se genera el lenguaje. El lenguaje compartido, no privado, es previo al pensamiento consciente.
En el libro "La Objetividad" refiriéndose al observador y la observación, Maturana expresa:
1.El observador y la observación son operaciones en el lenguaje que ocurren como coordinaciones de acciones recursivas consensuales de cuarto y segundo orden respectivamente, entre organismos (Homo sapiens, en nuestro caso) en el lenguaje.
2.El observador y la observación, entonces, surgen en el flujo de cambios estructurales que ocurren en los miembros de una comunidad de observadores cuando ellos coordinan sus acciones consensuales a través de sus interacciones estructurales recurrentes en el dominio de coherencias operacionales en el cual ellos realizan sus praxis del vivir conectadas.
3.En otras palabras, observador y observación constitutivamente ocurren a través y en el curso de los cambios estructurales de los observadores, ya que éstos operan como un sistema determinado estructuralmente, conservando su correspondencias estructurales con el medio en el cual interactúan.
4.El observador está necesariamente siempre en correspondencia estructural en sus dominios de existencia. Debido a esto, el observador constitutivamente no puede hacer distinciones fuera del dominio de coherencias operacionales de su praxis del vivir.
5.El observador necesariamente se encuentra a sí mismo en la praxis del vivir haciendo distinciones que no están nunca operacionalmente fuera de lugar, porque pertenecen a las coherencias operacionales de su realización como sistema viviente constitutivamente en congruencia estructural con el medio.
6.Cuando un observador opera en el camino de la objetividad con paréntesis (dependiente del observador) sostiene que una distinción es errada, lo que sostiene es que la distinción ha sido hecha en un dominio operacional diferente del dominio que él o ella esperaba y no que la operación de distinción está equivocada. Y esto es así porque en este camino explicativo el observador está consciente de que el objeto es constituido en la operación de distinción.
7.Es sólo en el camino explicativo de la objetividad sin paréntesis, en el cual el objeto distinguido se asume que existe con independencia de lo que el observador hace, que el observador puede sostener que en una distinción errónea la equivocación está en la operación de distinción, y no en la apreciación del observador sobre lo que ocurrió.
8.Desde el momento que todas las conversaciones en las cuales un observador participa son realizadas a través de las dinámicas estructurales de su corporalidad, la corporalidad del observador es un nodo de intersección de todas las conversaciones en la cuales el observador participa.
9.Nos movemos como observadores en un dominio de lenguajeo a otro en el trenzado de nuestro lenguajear y emocionar, como resultado del flujo de nuestros cambios estructurales cuando operamos como tales en la realización de nuestras praxis del vivir en congruencia estructural con el medio.
10.Debido a esto, las conversaciones no intersectantes en el dominio de las acciones que ellas coordinan, pueden afectarse unas con otras a través de los cambios estructurales que ellas ocasionan en las corporalidades de los observadores que participan en ellas.
11.También, debido a esto, cualquier cambio estructural en el observador, sea cual sea su historia, tiende a afectar el curso de su estar en el lenguajear y emocionar.

Filosofía del Lenguaje.

En el libro "Creando Organizaciones Para el Futuro", en la entrevista acerca del "Fenómeno Organizacional", Fernando Flores se refiere a que un cambio histórico importante viene desarrollándose desde comienzos de siglo en filosofía y, en particular, en filosofía del lenguaje. Este cambio se ha manifestado en nuevas teorías de la comunicación, siendo una de ellas la de él. Agrega que no podría tener una teoría de la empresa sin una teoría de la comunicación y que en esta teoría de la comunicación el lenguaje tiene un papel central, pero no el lenguaje entendido como herramienta descriptiva, sino como práctica articuladora de futuros con dos dimensiones: la noción de lenguaje como constitución de la realidad, y la noción de lenguaje como la forma en que la historia se manifiesta. Además, dice que esta es una inflexión histórica en la filosofía que está en el trasfondo de muchas otras innovaciones en áreas específicas del quehacer humano en distintas disciplinas profesionales y también en el entendimiento de la empresa y los negocios.
Flores señala que el lenguaje como constitución de la realidad tiene más que ver con la teoría de los actos de habla de Austin y Searle, y la noción de escuchar como revelación de la historicidad tiene más que ver con la hermenéutica de Heidegger. Esas dos piezas fundamentales ya existían, pero para él empezaron a unirse en un solo juego, por primera vez, durante sus estudios doctorales en Berkeley.
Posteriormente dice que lo que constituye a la empresa son estas redes de conversaciones, que son redes de compromisos lingüísticos, redes de actos de habla y que detrás de eso hay una estructura que se puede revelar por la taxonomía de los actos de habla que Searle había estudiado y que él modificó. La esencia del lenguaje está en este escuchar histórico que se le otorga al ser humano y que no es un acto de habla y es casi lo opuesto a los actos de habla. El escuchar es un ocurrir que al hombre le es dado por la Historia y su propia historia, y eso ya empieza a aparecer como un lenguaje más hermenéutico o heideggeriano, si uno quiere llamarlo así. A su juicio estas son piezas claves para entender al ser humano y su trabajo en el siglo que viene.
En el libro "Understanding Computers and Cognition" los autores Flores y Winograd hacen referencia a una tradición que engloba la hermenéutica (el estudio de la interpretación) y la fenomenología (el examen filosófico de los fundamentos de la experiencia y la acción). Estos autores dicen que esta tradición ha surgido de los estudios humanistas y tiene implicaciones con la relación de los individuos en el contexto en donde se habita, particularmente el social. Hace énfasis en aquellas áreas de la experiencia humana en donde la interpretación individual y la comprensión intuitiva juegan un papel central ( en contraposición con la deducción lógica y la reflexión consciente). Sus exponentes desafían la creencia de que es posible siempre un entendimiento analítico formal de los fenómenos.
Para esta parte, los autores se concentran en los trabajos de Hans-Georg Gadamer y Martin Heidegger. Además, mencionan que otros muchos filósofos han explorado ideas relacionadas incluyendo a especialistas en fenomenología tales como Husserl, Ricoeur y Merleau-Ponty, existencialistas como Sartre, pragmáticos como Mead y Dewey, ideólogos de la filosofía política de nuestros tiempos como Habermas y Apel, e incluso, algunos otros con un trasfondo más analítico como Wittgenstein.
En el libro "Ontología del lenguaje" el autor Rafael Echeverría sostiene que el mundo occidental ha entrado en una profunda crisis que cuestiona los presupuestos básicos desde los cuales le conferíamos sentido a la vida y construíamos nuestra identidad, señalando la necesidad de avanzar hacia la superación de tales presupuestos y de abrirse a una comprensión diferente del fenómeno humano. Sostiene que se cuenta con las bases necesarias para articular esta nueva concepción y que ellas están dadas por las contribuciones de filósofos tales como Nietzsche, Wittgenstein y Heidegger, entre otros. Echeverría reconoce la importancia que tuvo en su propuesta su encuentro con Fernando Flores ya que fue él quien primero le mostrara la posibilidad concreta de articular contribuciones tan diversas como las de Heidegger, Austin, Searle y Maturana.
La Hermenéutica
Los Autores Flores y Winograd señalan que la hermenéutica comenzó como una teoría de la interpretación de textos, particularmente los de tipo mitológico y sagrado. Quienes la ejercen se han preocupado de caracterizar cómo las personas encuentran el significado en un texto que existe desde hace varios siglos y se entiende diferente en épocas distintas. Un texto mitológico o religioso continúa siendo leído o hablado para servir como fuente de significados profundos, a pesar de los cambios que se producen en el entorno cultural, e incluso, en el lenguaje. Inmediatamente surgen diversas preguntas. ¿Es definible el significado en sentido absoluto independientemente del contexto en que fue escrito su texto? ¿Es definible en términos del contexto original? ¿Es posible para un lector trascender su propia cultura e historia al objeto de recuperar la interpretación correcta? Si rechazamos la noción que el significado está en el texto ¿estamos reducidos a decir solamente que una persona particular ha tenido una interpretación particular en un momento determinado? De ser así, ¿hemos abandonado una visión ingenua, aunque sólida aparentemente, de la realidad del significado del texto en favor de una llamada relativista a la reacción subjetiva individual? Dentro de la hermenéutica ha habido un debate permanente entre aquellos que sitúan el significado dentro del texto y aquellos otros que perciben el significado ligado a un proceso de comprensión en el que juegan papeles vitales tanto el texto, como su producción e interpretación.
Estos mismo autores señalan que para la escuela objetivista de la hermenéutica el texto debe tener un significado que existe independientemente del acto de interpretación. El objetivo de una teoría hermenéutica (una teoría de la interpretación) es el desarrollo de métodos por los cuales nos liberamos de todo tipo de prejuicios, siendo posible producir un análisis objetivo de lo que existe allí realmente. el ideal es "descontextualizar" totalmente el texto. La aproximación opuesta, formulada claramente por Gadamer toma como eje primario el acto de interpretación y la comprensión como una interacción entre el horizonte proporcionado por el texto y el horizonte que el interpretador trae consigo. Gadamer insiste que cada lectura o escucha de un texto constituye un acto de dotación de significado a través de la interpretación. Gadamer dedica una discusión extensa a la relación del individuo con la tradición, clarificando como interactúan tradición e interpretación. Cualquier individuo al comprender su mundo se halla involucrado de modo continuado en actividades de interpretación. Esta interpretación se halla basada en el prejuicio (o la pre-comprensión) el cual incluye suposiciones implícitas en el lenguaje que utiliza la persona. Este lenguaje, por otro lado, se aprende por medio de actividades de interpretación. El individuo cambia por medio del uso del lenguaje, y el lenguaje cambia a través de su uso por el individuo. Este proceso es de la máxima importancia ya que constituye el trasfondo de las creencias y suposiciones que determinan la naturaleza de nuestro ser. Somos criaturas sociales.
Luego, citando a Gadamer agregan: En efecto, la historia no nos pertenece, pero nosotros pertenecemos a ella. Mucho antes de lograr comprendernos a nosotros mismos a través del proceso de autoexamen lo hacemos de un modo autoevidente en la familia, la sociedad o el estado en que vivimos. El foco de subjetividad es un espejo distorsionado. La conciencia de sí mismo del individuo es apenas un parpadeo en los circuitos cerrados de la vida histórica. Es por ello que los prejuicios del individuo mucho más que sus juicios, constituyen la realidad histórica de su ser.
Además, agregan que Gadamer ve en esta historicidad esencial de nuestro ser la causa de nuestra incapacidad para alcanzar una comprensión completa y explícita de nosotros mismos. La naturaleza de nuestro ser se determina por nuestro trasfondo cultural y ya que se forma en nuestra propia manera de experimentar y vivir el lenguaje, no puede explicitarse completamente en dicho lenguaje.
Por otro lado, Rafael Echeverría, en su libro "El Buho de Minerva" señala que el término "hermenéutica" data del siglo XVII. Quien primero lo usó fue J.C. Donnahuer en 1654, con él se designa una tradición que se remonta a la Antigüedad. Además, agrega que las propias raíces del término nos remiten a los vocablos griegos hermeneuein y hermeneia, que se refieren al acto de la interpretación. En ellos se reconoce la referencia al dios Hermes a quien los griegos le asignaban el descubrimiento del lenguaje y la escritura, las herramientas requeridas por el entendimiento humano para desentrañar el sentido y comunicarlos a otros. Este mismo autor concluye que la hermenéutica representará, por lo tanto, el estudio de la interpretación y el entendimiento de las obras humanas. El lenguaje y el fenómeno de la comunicación estarán en el centro de su preocupación. El entendimiento se verá asociado a los actos de explicar, traducir y por lo tanto, de hacer comprensible el sentido que algo tiene para un otro. La hermenéutica corresponde siempre en una situación dialogística, que compromete a lo menos a dos sujetos (distinguiéndose la relación sujeto - objeto). Como fenómeno de comunicación, ella se constituye en la fusión de dos horizontes de sentido: aquel horizonte de entendimiento del intérprete y el horizonte del cual es portador el texto, la obra o simplemente el otro que se expresa.
Martin Heidegger
Según relata Rafael Echeverría en su libro "El Buho de Minerva", la primera formación de Heidegger fue el tomismo, cuando se preparaba para una carrera de teología y que luego se dedica por entero a la filosofía, formándose en la fenomenología husserliana. Para Husserl el objeto de estudio eran los seres, a diferencia, para Heidegger la pregunta fundamental será el ser.
Para este autor, el camino escogido por Heidegger para responder de manera concreta a la pregunta por el ser es el Dasein. Señala que no es fácil traducir el vocablo alemán Dasein. Alude al ser en cuanto existente (al ser ahí). Para Heidegger, el Dasein apunta al particular modo de ser que es el humano. Los hombres se han preguntado innumerables veces por lo que los distingue del resto de las creaturas y han ofrecido múltiples respuestas. El Dasein da cuenta de la manera como Heidegger contesta dicha pregunta.
Echeverría señala que para Heidegger, ser un hombre es tener un mundo. Hay, sin duda, en esta afirmación un apoyo en "el mundo circundante de la vida" del que habla Husserl. Ambos filósofos comparten la idea de que el mundo de los científicos y de muchos hombres legos, es sólo uno dentro de muchos mundos posibles y, por lo demás, uno que se basa en los presupuestos del dualismo cartesiano. Coinciden, además, en afirmar que este mundo particular que resulta del cartesianismo es deshumanizante.
Según Echeverría, lo que propone Heidegger, por lo tanto, es "dejar de lado" los anteojos cartesianos (en términos generales, los anteojos del dualismo) y "mirar" a nuestro mundo y a nosotros mismos "directamente", frescamente. Se trata de realizar una mirada sin presupuestos metafísicos, tal como lo postula la fenomenología.
El Dasein es el modo de ser que es característicamente humano. Dicho modo de ser, en completa oposición a lo afirmado por el dualismo, para Heidegger es ser-en-el-mundo. Se trata éste de un fenómeno unitario, de un dato primario, que requiere ser visto como un todo y no descompuesto en partes que luego se juntan. El ser humano (el Dasein) es siempre un ser-en-el-mundo. Esta es su estructura primaria, siendo todo lo demás derivativo de ella. Ello no impide, luego de afirmada esta estructura primaria, reconocer en ella diversas dimensiones particulares.
No hay, para el ser humano, un ser y un mundo, un ser que accede a un mundo o un mundo en el que emerge un ser. Lo característico del ser humano es que no es que no existe un ser sin un mundo y no hay un mundo que no se defina en relación de un ser para el cual dicho mundo es su mundo. El no comprender lo anterior representa, según Heidegger, el error fundamental del dualismo.
Echeverría agrega que es importante establecer que Dasein y sólo el Dasein existe. Otros seres son, pero no existen. Sólo el ser humano alcanza a vislumbrar a su ser y acceder al problema de la pregunta por el ser. En ese vislumbrar su ser, el Dasein tiene que hacerse cargo de él, sin lo cual lo pierde, "se le va". El Dasein no puede dejar estar su ser, sin que ello comprometa su propio ser.
A diferencia de otros modos de ser, el Dasein se comporta hacia las cosas en su mundo. El Dasein no solo reacciona, sino que responde de acuerdo con la percepción de sí mismo y de lo que interactúa con él. El Dasein tiene disposiciones, actitudes hacia el mundo y tales disposiciones, tales estados de ánimo, afectan su respuesta. El Dasein es un modo de elegir, de enfrentar posibilidades que pueden abrirse o cerrarse. No puede evitar el tener a su ser en este modo de ser. El evitar o rechazar escoger son obligadamente formas de escoger. Esta forma particular de ser implica tratar de comprender su mundo. Pero no sólo las entidades que forman parte de él. También busca entender su propio ser.
No es posible interrogar a una planta sobre la actitud con respecto al suelo en el que ella crece. Esta sólo reacciona al suelo de acuerdo a su naturaleza y a la del suelo. Pero podemos interrogar al Dasein sobre su ser. En la medida en que el Dasein se interroga sobre el ser, el ser tendrá algo que decirnos: responderá a nuestra interrogación y no sólo reaccionará a ella, entrará en diálogo con nosotros.
Echeverría menciona que uno de los rasgos más sobresalientes del Dasein, de nuestro ser-en-el-mundo, es el hecho de que estamos arrojados en él. Nos descubrimos en un mundo que no hemos escogido, que puede agradarnos y desagradarnos, y ese hecho, ese estado deyecto, no lo podemos modificar. Corresponde a la facticidad del Dasein. Este rasgo define nuestro modo ser. Es importante destacar que el planteamiento propuesto por Heidegger implica la negación de un principio originario de constitución de nuestro ser, tal como procuraba fundarlo la metafísica tradicional.
El Dasein no puede retroceder más allá del estado deyecto (arrojado). No se crea a sí mismo, ni tampoco al mundo en el que se encuentra. Sólo debe responsabilizarse del ser que encuentra como suyo. En este sentido es que no hay principio de constitución. Al descubrirnos arrojados en el mundo, somos-en-el-mundo de una manera radicalmente distinta a como, por ejemplo, el agua puede estar en un vaso o los zapatos en su caja.
Segun Echeverría, desde esta perspectiva, Heidegger reitera que los seres humanos estamos en el mundo en modalidades que nos son propias. El Dasein define el modo como encontramos las cosas en el mundo. Las cosas están para nosotros disponibles, a la mano. El estado como estamos en el mundo es el de la preocupación (de la inquietud) en relación a nuestro ser y sus formas de inserción en este mundo en el que se descubre arrojado. Esta forma de ser-en-el-mundo implica proyectarse, por lo tanto, a enfrentar un futuro que consiste en alternativas y posibilidades. Por último estamos también arrojados a entender el mundo en que nos hallamos.
Echeverría plantea que un elemento decisivo en el planteamiento de Heidegger es su cuestionamiento del enfoque cognitivista propuesto por Descartes. Objeta radicalmente este enfoque. Lo primario no son ni sujetos, ni objetos, ni presencia, ni conocimiento. Descartes le ha conferido a su particular forma de relación con el mundo (fundada en la indagación filosófica), el status de la relación ontológica constitutiva de la relación ser y mundo.
Para Heidegger, la relación originaria no es una relación cognitiva entre sujetos y objetos presentes, sino una relación de disponibilidad, de encontrarse con los objetos a-la-mano. Nuestra relación primaria con el mundo, no es de conocimiento, sino de uso. El conocimiento es derivativo del uso. La disponibilidad implica que nos relacionamos con las cosas en cuanto las usamos o tenemos la posibilidad de hacer uso de ellas. Este tipo de relación, de trato, es el más cercano y nos remite a un tipo de preocupación (inquietud) que manipula las cosas y las utiliza.
Se trata, por lo tanto, de cosas de las que estamos equipados, que se relacionan con nosotros en calidad de utensilios, de instrumentos, en las que reconocemos potencialidades para nosotros y, en consecuencia, que nos remiten al trabajo que estamos obligados a emprender, a esta forma de "curarnos de" que nos impone nuestra particular modalidad de ser (Dasein). Nos encontramos con las cosas como "cosas dotadas de valor". Esto es, por ejemplo, un martillo, una mesa, un cenicero, un zapato, un árbol, una roca, una montaña, etc.
Heidegger insiste en que los objetos y las propiedades no son inherentes al mundo. Ellos sólo emergen cuando se produce un quiebre en el uso que hacemos de las cosas. Mientras ellas estén a-la-mano, no nos percatamos necesariamente de su presencia y nos concentramos en aquello que estamos resolviendo a través de su uso. El significado le está conferido por la inserción en el tipo de actividad en la que hacemos uso de ellas. Así, por ejemplo, cuando estamos caminando por la calle, hablando por teléfono, escribiendo a máquina, o leyendo un libro, normalmente nuestra atención no está dirigida a la calle, el teléfono, la máquina o el libro que tenemos en las manos. Todas estas cosas emergerán en nuestra conciencia al producirse un quiebre: al tropezarnos en nuestro caminar, al interrumpirse la comunicación telefónica, al acabarse la cinta de la máquina o al descubrir que el libro que leemos estaba mal compaginado. La relación sujeto-objeto es derivativa y representa una alternativa particular dentro del conjunto de las formas posibles de ser-en-el-mundo. La relación primaria de ser-en-el-mundo no es la matriz ontológica sujeto-objeto.
Según Heidegger, lo que hace humano al hombre no es la inteligencia, sino la voluntad. De todos los modos de ser-en-el-mundo que permite el Dasein, el entendimiento no es sino uno. Este no posee el status privilegiado que el sesgo intelectualista de los filósofos le confieren y a través del cual se llega incluso a postular la ecuación entre pensamiento y ser humano. Otro error de los filósofos es el hecho de identificar pensamiento con conocimiento abstracto (con entendimiento teórico). El "tratar con el mundo" y el tener una actitud hacia él son también formas de entenderlo. Dentro de todas las actividades posibles, el entendimiento teórico, la descripción, o la observación, son sólo algunas de ellas y el significado de quién describe u observa le confiere a lo descrito sólo tiene sentido dentro del quehacer específico de la descripción.
Echeverría dice que el Dasein puede llevar a cabo lo que hace de diferentes maneras y todas están caracterizadas por estar involucrado, comprometido, inquieto, interesado, preocupado. Preocupación (inquietud) implica cuidado y éste establece "significaciones" en su relación con los entes que forman su mundo y, por tanto, los carga de valores. El Dasein siente que está desamparado y que mantiene un vínculo de dependencia con el ser de los entes que le hacen frente en el mundo que le es propio. La manera en la que el Dasein existe es ser amenazado. De igual forma, es propio del Dasein la perspectiva de futuro, el vivir hacia adelante. Porque ello es parte del modo de ser que es el Dasein, éste no posee naturaleza. El Dasein siempre se encuentra en estados de ánimo que lo colocan "ante él" "que es" de su "ahí". De allí, que esté siempre expuesto a la caída del ser. Cuando ello sucede acude muchas veces al recurso de esquivar la caída a través del "uno", del uso del término reflexivo "se". Con ello el Dasein se abandona a la influencia o a la guía de algo que está fuera de él. Afirmará entonces expresiones del tipo "cuando a uno le pasa que..." o "se afirma que...", etc. De esta manera el Dasein pierde su ser, cede sus posibilidades al "uno". De allí que Heidegger advierta contra lo que llama "las habladurías", "la avidez por novedades" y la "ambigüedad". En todas estas conductas, el Dasein deja de responsabilizarse de sí mismo.
Según menciona este mismo autor, la conducta responsable y auténtica frente al ser genera angustia. Por ello, el Dasein opta muchas veces por lo que Heidegger define como "la precipitación descendente", "la tentación de tranquilidad", "el extrañamiento", "el enredo de sí mismo". Con ello el Dasein prefiere no hacer frente a sus posibilidades; renuncia a la posibilidad de "ser él mismo"; permite que el "uno" se apodere de su ser, se enajena, inventa un "uno" como ser superior al que se subordina y somete sus posibilidades. Si la caída es falta de autenticidad, la autenticidad es vivir en y con la angustia, en el pleno entendimiento de nuestra indeterminación, de nuestra libertad. Es aceptar y no tratar de escapar del modo de ser que es el Dasein. Pero, ¿qué nos trae de la falta de autenticidad a la autenticidad? El conocimiento de que vamos a morir: la muerte. De allí que Heidegger pueda afirmar que el tiempo es el horizonte del ser. ¿En qué se apoya la autenticidad? En el lenguaje, aunque no en toda forma de lenguaje. Para Heidegger, el lenguaje no es sólo una herramienta, una de las muchas que el hombre posee. El lenguaje abre la posibilidad de pararse en el campo abierto de lo existente. A través de él se hace posible el modo característico de ser que es el Dasein. Le permite al hombre tomar distancia, sorprenderse por el ser. Al permitir el distanciamiento, el lenguaje crea un mundo humano, un mundo donde el ser se entrega y se sostiene.
Señala Heidegger, "el ser de los hombres está fundado en el lenguaje. Pero ello sólo se hace actual a través de la conversación..." Conversar implica que más allá de oir, podemos escuchar. Heidegger afirma que somos una conversación. Hay y ha habido sólo una conversación y el tema central de dicha conversación es el ser. La conversación (el lenguaje) hace humanos a los seres humanos. Somos en el lenguaje y "el lenguaje es la casa del ser".
Heidegger sostiene que todas las formas de nuestro quehacer, a través de las cuales hacemos intelegibles el mundo y nuestras vidas, no pueden hacerse completamente explícicitas. No existe una perspectiva neutral que permita liberarnos del todo de nuestras preconcepciones y desde la cual podamos observar nuestras creencias como cosas. Por el contrario, siempre estamos operando dentro de los marcos que tales preconcepciones nos proveen. Esta situación lleva a Heidegger a apoyarse en el concepto de círculo hermenéutico, sosteniendo que de él no es posible salir del todo y dentro del cual se lleva a cabo el arte del entendimiento. La posibilidad de un entendimiento objetivo completo está cerrada para el Dasein.
La perspectiva heideggeriana conduce a poner en tela de juicio una visión del conocimiento centrada en el individuo. Ello por dos razones: en primer lugar, porque el mundo del Dasein es un mundo socialmente poblado. Existimos socialmente y socialmente conocemos. Es más, sólo podemos conocer porque el conocer es una actividad social; en segundo lugar, porque a la vez que vivimos en un mundo socialmente poblado, vivimos también en una tradición. Es en el trasfondo de esa tradición que conferimos significado.
Hans Georg-Gadamer
Rafael Echeverría en su Libro "El Buho de Minerva" menciona que Gadamer, siguiendo a Heidegger, sostiene que el ser del hombre reside en su comprender, y, por lo tanto, que el hombre, en el modo fundamental del ser suyo que es el comprender, no sólo se enfrenta a la historia y al devenir histórico, sino que pertenece ontológicamente a él.
Según este mismo autor, para Gadamer, en el conocimiento histórico, la tarea de la conciencia no es simplemente conocer o enterarse de cosas pretéritas, más o menos importantes para ella, sino ganar su propia identidad.
La autoconquista de la conciencia es su compromiso en el ser. Una conciencia tal, es una conciencia que sabe de su mediación histórica y que, además, recibe su ser de esta historia, como historia. Luego, Echeverría agrega, se trata, en el decir del propio Gadamer, de una conciencia histórico-efectual, o una conciencia expuesta a los efectos de la historia. Dado que esta conciencia construye sus rasgos en la historia y está destinada también a descifrarlos, a enfrentarse con su propia producción histórica, es al mismo tiempo una conciencia hermenéutica. La conciencia es una conciencia del sentido.
Por su parte, el sentido es el testimonio del compromiso histórico de la conciencia, que ella debe recoger y asumir en vista de su reintegración.
Para Gadamer, el advenimiento de la historia a la luz de la conciencia, representa una disminución de la luminosidad imperante. la conciencia sufre cierto ensombrecimiento, pues ella sabe ya su relatividad, su condicionamiento histórico. Se trata de una conciencia mediada, mediatizada temporal e históricamente. Es propio de la conciencia su pasividad esencial. La posible actividad de la conciencia es delegada, entregada a algo que la opera: la historia. El sentido le es dado como algo ya producido, pero no le está dado de manera total.
Gadamer distingue la tradición, por un lado, que concibe como la reserva del sentido general, y, por otro lado, lo que llama la transmisión de sentido que acompaña a la comunicación. Ambas están en estrecha relación, vinculando un presente que todavía no se ha asumido enteramente en su producción de sentido, y el pasado, que remite a la tradición que retiene y suelta de continuo el sentido histórico local.
La concepción gadameriana le confiere un especial valorización al presente, como punto de partida del esfuerzo hermenéutico. El presente es valorado en cuanto conlleva una red de supuestos -prejuicios, preopiniones, etc.-, que guía aún sin que se lo sepa, el programa de la comprensión.
Para Gadamer el círculo hermenéutico representa un factor positivo. El describe y se inscribe en el espacio de la distancia temporal. El sentido de un texto no pertenece exclusivamente a él, ni tampoco a la conciencia que lo comprende o que intenta comprenderlo, copertenece a ambos. El sentido es la copertenencia de la obra y la conciencia hermenéutica en el seno de la tradición.
El sentido no acaba nunca, se reorganiza una y otra vez; se vuelve a tejer de distinto modo. Todo ello en virtud de la movilidad de la distancia temporal, que la concienca asume, aunque no para reducirla, sino sólo como la demora irremisible de su plenitud.
Echeverría cita a Gadamer describiendo el fenómeno de la comprensión:
"Quien quiere comprender un texto realiza siempre un proyectar, esboza el proyecto de un sentido del todo, tan pronto como se muestra un primer sentido en el texto. Este se muestra, por otra parte, sólo porque el texto se lee ya con ciertas expectaciones de un sentido determinado. El comprender de lo que ahí está consiste en la elaboración de un tal proyecto previo que es constantemente revisado en el curso de aquella elaboración, lo que se da con la creciente penetración en el sentido"
Luego, Echeverría agrega que este proceso se realiza hasta que se logra fijar unívocamente la unidad del sentido. Es sólo la experiencia del fracaso, proporcionada por el texto mismo, sea que no arroje sentido alguno, sea que su sentido es incompatible con nuestra previa expectación, la que nos impulsa a detenernos y a atender a la posibilidad de un uso lingüístico distinto. Ello implica reconocer que nuestras preopiniones determinan nuestra comprensión. Comprender implica proyectar mantos de sentido, fundados en nuestras preopiniones, sobre aquello que procuramos comprender.
Simultáneamente, la comprensión exige una condición de alteridad y apertura hacia el texto. No podemos sujetarnos ciegamente a nuestra propia preopinión sobre la cosa cuando procuramos comprender la opinión del otro. Comprender exige estar abierto a la opinión del otro o del texto. Tal apertura implica que la otra opinión sea puesta en relación con el todo de las opiniones propias, o que uno se relacione con aquella. Todo acto de comprensión implica necesariamente la fusión de dos horizontes: el del intérprete y el del texto. La comprensión no es posible sin ambos.
El prejuicio es condición del entendimiento. Gadamer lo llama, la esencial prejuicialidad de todo comprender. Gadamer, se opone al prejuicio contra los prejuicios. Rechaza la descalificación de la tradición en la tarea del conocimiento y el vano intento del pensamiento moderno de fundar, de la nada, un punto de partida autovalidante. Sin la tradición todo intento de conocimiento es imposible. El punto de partida de toda comprensión son los prejuicios. Los prejuicios del individuo, mucho más que juicios suyos, son la realidad histórica de su ser.
Ludwig Wittgenstein
Según expresa el Filósofo Rafael Echeverría en su libro el Buho de Minerva, uno de los rasgos más sobresalientes de Wittgenstein es que nos legó no una, sino dos concepciones filosóficas diferentes. Se trata de dos concepciones filosóficas claramente diferenciables, dentro de las cuales la segunda se desarrolla en manifiesta forma crítica y oposición a la primera.
Este mismo autor señala que entre las obras de Wittgenstein, merecen ser destacadas particularmente dos de ellas. La primera de ellas es el Tractatus Lógico-Philosophicus, publicado en 1922. La segunda obra son Investigaciones Filosóficas, publicadas póstumamente en 1953.
Echeverría señala que el Tractatus posee una estructura aforística basada en el cálculo proposicional. Desde un punto de vista formal el Tractatus está constituido por siete proposiciones, las que suelen desagregarse en proposiciones subordinadas que analizan el contenido conceptual de las anteriores, las que dan lugar a nuevas proposiciones subordinadas, y así sucesivamente. La proposición con la que se abre el texto es la siguiente: "1. El mundo es todo lo que es el caso".
El objetivo del Tractatus es establecer los límites del lenguaje, los límites de lo que puede decirse con significado. Representa la culminación de la opción filosófica fundada por la lógica, lo que se expresa en el hecho de que dice todo cuanto a la filosofía le es posible decir. Una vez dicho, la filosofía no tendría nada más que decir: su tarea está cumplida.
Luego, Eheverría cita a Wittgenstein textualtmente:
"El punto central de mi libro es ético...Mi trabajo consta de dos partes, la expuesta en él más todo lo que no he escrito. Y es esa segunda parte precisamente lo que es importante. Mi libro traza los límites de la esfera de lo ético desde dentro, por así decirlo, y estoy convencido de que ésta es la única manera rigurosa de trazar esos límites".
Echeverría señala al entrar a examinar el contenido de esta obra, que para Wittgenstein, en esta etapa, el lenguaje es una figura de la realidad. Entre lenguaje y realidad existe una relación de similitud estructural, de correspondencia. Evidentemente lenguaje y realidad son dos planos diferentes. Pero si el lenguaje logra dar cuenta de lo real es debido al hecho de que, de una u otra forma, "mapea" lo real, logra establecer una correspondencia entre el plano de lo real y el plano de lo lingüístico. De allí que pueda hablarse de una similitud estructural.
Para Echeverría, la tesis central del libro es que lo que puede ser dicho, puede ser dicho con toda claridad y sobre lo que no se puede hablar se debe guardar silencio". Lo que interesa por lo tanto, es determinar qué es lo real y cuál es la relación que el lenguaje mantiene con lo real. El Tractatus se inicia afirmando que el mundo es todo lo que es el caso y lo que es el caso son los hechos. De ahí que el mundo sea la totalidad de los hechos, de las cosas. A su vez, lo que es el caso, el hecho, es la existencia de hechos atómicos. Un hecho atómico es aquel que no consta a su vez de hechos, que resulta no desagregable en otros y que, por lo tanto, representa el límite del análisis. Un hecho atómico es una combinación simple de cosas u objetos. La diversidad de los hechos depende de las posibles combinaciones diferentes de objetos.
El lenguaje, por tanto, es una figura o modelo de los hechos. A través del lenguaje se nombran objetos y se figuran hechos. Para figurar un hecho, los objetos han de ser nombrados. El Tractatus aparece suscribiendo una teoría que porteriormente el mismo Wittgenstein llamará teoría nominalista del lenguaje.
Según Echeverría, toda esta teoría figurativa sobre el lenguaje será puesta en tela de juicio, por el propio Wittgenstein, en su segunda filosofía. Esta nueva concepción se desarrolla fundamentalmente en Investigaciones Filosóficas, publicada póstumamente en 1953.
Echeverría señala que las Investigaciones se inician poniendo en duda la concepción nominalista del lenguaje y que para estos efectos, Wittgenstein recurre a una cita de las Confesiones de Agustín. Este cuenta que aprendió de sus mayores el lenguaje, asociando los objetos designados por éstos con las diversas palabras que iban pronunciando. A partir de este relato, Agustín creía estar caracterizando todo lenguaje: a todo término corresponde un significado y este significado es el objeto al cual el término en cuestión nombra. El lenguaje es concebido como nombre de los objetos. Ello obviamente supone la prioridad de los objetos en tal definición del lenguaje. Según Wittgenstein, esta es una descripción que, a un cierto nivel, tiene sentido. Aparentemente sirve para dar cuenta de situaciones en las que decimos "manzana" o "una manzana roja"; pero, la situación se complica si lo que decimos es "cinco manzanas rojas". En este caso una concepción del lenguaje fundada en definiciones ostensibles, resulta difícil de sostener.
Echeverría agrega que Wittgenstein señala que el lenguaje comprende diferentes juegos lingüísticos. La concepción de Agustín es válida para un determinado juego lingüístico, pero no puede extenderse a todos ellos. Todo juego lingüístico se define por estar sometido a determinadas reglas y la definición ostensible remite a un conjunto particular de reglas, válido cuando decimos esto es un martillo. En una de sus afirmaciones centrales señaladas por Wittgenstein, el lenguaje se define por su uso: el significado de una palabra es su uso en el lenguaje. Ell implica que no se puede confundir el portador de un nombre con el significado ese nombre. Conocer los nombres de un lenguaje no equivale tampoco a saber hablarlo. Sólo cuando se sabe cómo deben ser usadas las palabras para plantear cuestiones, describir objetos y procesos, hacer encargos, ruegos, investigaciones, promesas, juicios nombrar y resolver problemas morales, etc., puede decirse que se habla un lenguaje.
Los juegos lingüísticos de que consta un determinado lenguaje vienen a expresar la forma de vida de sus habitantes.
Luego, Echeverría agrega, el uso de un lenguaje no puede identificarse con el uso de sus nombres: nombrar equivale ya a usarlo, a situarnos dentro de las reglas del juego lingüístico de las definiciones ostensibles. Por el contrario, se aprende el significado de un término tomando nota de su uso. Una vez conocido su uso, se conoce su significado. Ello implica que lo que un término refiere no puede ser su significado: significado y referencia no coinciden.
Echeverría menciona que así para Wittgenstein, al lenguaje deja de corresponderle, como función central la de figurar el mundo. Deja de ser su función central la dimensión asertiva. Existen por el contrario, innumerables juegos lingüísticos no asimilables entre sí. No sólo hay múltiples juegos lingüísticos en los que no se describe, no se informa, no se enuncia, sino que hay innumerables proposiciones no reducibles a la categoría de descripciones, enunciados o informaciones.
Más adelante, Echeverría agrega que para Wittgenstein, el lenguaje es una caja de herramientas.
J. L. Austin
En el libro El Buho de Minerva, el filósofo Rafael Echeverría, señala que uno de los rasgos de la filosofía de Austin es la importancia que le confiere precisamente al lenguaje ordinario. Luego lo cita textualmente:
"el lenguaje ordinario no puede pretender ser la última palabra, si es que existe tal cosa. Sin duda, lleva en sí algo mejor que la metafísica de la edad de piedra, a saber, la experiencia y el ingenio heredados a través de muchas generaciones de hombres. Si una distinción sirve para los propósitos prácticos de la vida común, entonces, podemos estar seguros de que hay algo en ella, de que señala algo; sin embargo, es muy probable que no constituirá la mejor manera de presentar las cosas si nuestros intereses son más amplios o más intelectuales que los ordinarios."
"En consecuencia, no cabe duda de que el lenguaje ordinario no es la última palabra, puede ser complementado, mejorado y superado. Pero recuerden: es la primera palabra"
Para Echeverría, el gran mérito de la filosofía de Austin consistió en poner en tela de juicio el antiguo supuesto que le confería prioridad a la dimensión asertiva del lenguaje. La presuposición obstinada de que únicamente tienen interés teórico las expresiones que describen algún estado de cosas o un hecho y que monopolizan la virtud de ser verdaderas o falsas, fue denominada por Austin la falacia descriptiva. Austin llamó la atención sobre aquellas expresiones en las que la distinción de verdad o falsedad deja de ser pertinente. Así por ejemplo, si alguien dice "prometo que vendré", no está enunciando que está prometiendo, sino que está haciendo una promesa.
Echeverría señala que Austin llamó a estas expresiones "realizativas" en oposición a las expresiones constatativas, que son aquellas comprometidas en una función asertiva. Con esta distinción se introducía la primera diferenciación de importancia con respecto a los usos del lenguaje.
Echeverría señala, que la distinción original separaba las expresiones que eran decires tales como enunciados, juicios, descripciones, aseveraciones, proposiciones, etc. de aquellas que eran haceres de algún tipo, como las promesas, las apuestas, las advertencias, etc. Ello suponía que se trataba de una distinción entre las expresiones que son actos y las que no lo son.
Luego, Echeverría agrega que Austin advierte que las expresiones constatativas son también actos de habla y, por tanto, no son menos acciones que las acciones realizativas. Emitir un juicio o hacer una descripción es ejecutar un acto de habla tal como lo es hacer una promesa o dar una orden. En consecuencia, lo que originalmente se presentaba como un caso especial dentro del conjunto de las expresiones, las realizativas, ahora parece absorber los casos generales, las expresiones constatativas, convirtiéndolas en una clase particular, entre otras, del conjunto de los actos de habla, es decir, las expresiones realizativas.
Más adelante, Echeverría concluye que la importancia del giro realizado por Austin se traduce precisamente en que elude el dualismo como matriz primaria al concebir la capacidad de dar cuenta de lo real como un tipo, entre otros, de acción posible.
Luego, Echeverría señala que al interior de su concepción posterior, Austin hace una nueva distinción entre los actos de habla completos. Cuando alguien dice algo, es necesario distinguir: 1) El acto de decirlo, que Austin llama el Acto locucionario; 2) El acto que ejecutamos al decir algo y que denomina el acto ilocucionario (prometer, afirmar, advertir, etc.) y, por último, 3) El acto que realizamos porque decimos algo y que llama el acto perlocucionario (persuadir, asustar, entretener, asombrar, etc.)
Para Echeverría, es interesante destacar la gran novedad introducida por Austin al reconocer que todo hablar es un actuar.
John R. Searle
El Filósofo Rafael Echeverría, en su libro "El Buho de Minerva", menciona que la contribución más importante de Searle es su propuesta de una taxonomía de los actos ilocucionarios. Searle había efectuado también una proposición equivalente. Sin embargo, aquella que propusiera Searle representa una adecuada corrección de la anterior. Según Searle, todos los actos de habla, sean actos ilocucionarios o actos perlocucionarios en su fase ilocucional, son expresiones de lo que llama cinco puntos ilocucionarios posibles. Estas categorías son las siguientes:
1) Las representativas que comprenden las aserciones y en las que el orador se compromete en diversos grados a que algo es del caso, vale decir la verdad de la proposición expresada.
2) Las directivas, en las que el orador procura, en diversos grados, que el oyente haga algo. Estas incluyen tanto preguntas, que procuran que el oyente haga un acto de habla representativo, y órdenes, que procuran que el oyente lleve a cabo un acto lingüístico o no lingüístico.
3) Las comisivas, que comprometen al orador en diversos grados, a algún curso de acción futura.
4) Las expresivas, que manifiestan un determinado estado sociológico sobre una determinada situación. Entre ellas se incluyen, por ejemplo, actos de habla como el disculparse o la alabanza.
5) Las declarativas, que establecen una correspondencia entre el contenido proposicional del acto de habla y la realidad. Estas poseen de modo manifiesto el rasgo de constituir la realidad.
Echeverría comenta que Searle distingue dos direcciones fundamentales de correspondencia entre palabras y el mundo. Por un lado, lo que llama, de palabra a mundo (from word to world), donde las expresiones deben corresponder con el mundo, como e las expresiones representativas. Por otro lado, la dirección de mundo a palabra (from world to word), en las que existe una petición o promesa de modificar el mundo de acuerdo a lo expresado, como en las expresiones comisivas o directivas.
Finalmente, Echeverría destaca que Searle sostiene que existe una estructura de base universal, válida para toda forma de existencia humana en el lenguaje. En consecuencia, más allá de cualquier diferencia cultural, los hombres realizan necesariamente determinados tipos de actos de habla y se ven involucrados en un número restringido de acciones lingüísticas posibles. Descubre que con el lenguaje sólo es posible hacer un número limitado de cosas: le decimos a otros como son las cosas, procuramos que hagan cosas, nos comprometemos a hacer cosas, expresamos nuestros sentimientos y actitudes y acometemos cambios mediante nuestras expresiones.

Interpretación Tradicional de la Gestión.

En el libro "El Comportamiento Humano en la Organización" los autores Edgar Huse y James Bowditch hacen un resumen de la historia de las perspectivas de la Gestión. Dicho resumen abarca desde principios de siglo año 1900 hasta principios de la década de los ochenta.
La Primera Perspectiva, es denominada por estos autores como Estructural. En esta categoría las teorías y escuelas de la Gestión se refieren a la forma cómo las organizaciones han de ser estructuradas internamente, qué funciones deben agruparse, quién debe ser el jefe de quién y qué estilos de Gestión se deben emplear. Estas ideas son fijadas deductivamente por expertos y son autoritarias.
La Segunda Perspectiva, es denominada de los Flujos de Trabajo y Flujos de Tratamiento de la Información, la Investigación Operativa y la Simulación por medio de computadores. Es decir, desde la perspectivas de los flujos de trabajo de los procesos industriales y los sistemas de información, cómo llega la información a los distintos departamentos de las organizaciones de forma que se puedan tomar decisiones inteligentes sobre la producción, el marketing, los servicios generales y la financiación.
La Tercera Perspectiva, corresponde a la Humana. Este punto de vista sico-social de la Gestión y la organización surgió de investigaciones hechas en los últimos años de la década del 30, gracias a los cuales se supo que el grupo de trabajo es una variable importante en el proceso de la Gestión efectiva.
Un resumen de estas tres perspectivas es el siguiente:
Perspectiva del sistema estructural.
Su nacimiento se remonta a principios del siglo, proveniente de tres puntos de vistas históricos: la Escuela de los Principios Universales; la Escuela Estructuralista y la Escuela de la Dirección Científica.
a) Escuela de los Principios Universales.
Se fundamenta en principios que son clasificados como comunes a organizaciones tales como el Estado, la Iglesia, el Ejército y Organizaciones Industriales. Se caracteriza por la adopción de un enfoque autoritario, que se cataloga como del modo único o modo mejor. Considera a los Obreros como ampliaciones de las máquinas. Los principios más conocidos de esta escuela son los de Fayol:
División del Trabajo.
Autoridad y Responsabilidad.
Disciplina.
Unidad de Mando.
Unidad de Dirección.
Subordinación del Interés Particular al General.
Centralización.
Cadena Jerárquica.
Orden.
Equidad.
Estabilidad del Personal
Iniciativa
Espíritu de Equipo.
b) Escuela Estructuralista.
Esta Escuela postulaba que la Dirección debe basarse en el poder legítimo. Dicho poder legítimo, representado por la Autoridad, proviene de tres vertientes: 1) La Autoridad Tradicional, representada por modos pasados; 2) Las Reglas Legítimas, también llamadas, Burocracia; y la Autoridad Carismática, proveniente de la atracción personal. El principal exponente de esta Escuela fue el Sociólogo Max Weber.
Según Weber, la Estructura Burocrática es una organización continua que funciona según reglas, en donde el ámbito de competencia según objetivos específicos es determinado por los Jefes. Las Reglas son Normas o Reglas Técnicas. El personal administrativo está separado de los medios de producción. Los bienes de la Organización son diferentes a los bienes de los propietarios. Los recursos están libres de control externo. Los puestos de trabajo no se monopolizan. Todos los actos administrativos, reglas y políticas se expresan por escrito.
c) Escuela de la Dirección Científica.
Su principal exponente fue Fredrick Taylor. Se caracterizó por poner énfasis en la medición del trabajo. Fue iniciadora de los estudios de tareas, agrupaciones en puestos y su unión en la Organización. Se supuso que el Hombre era como una máquina. Los sentimientos, personalidad y grupo de trabajo eran poco importantes. En esos tiempos, se trataba de tareas que no requerían mano de obra especializada. A partir de su influencia, se iniciaron los estudios de tiempos y movimientos. Se puso énfasis en el diseño de instrumentos especiales y anatómicos. Nacieron sistemas de control industrial tales como la Carta Gantt.
Perspectiva de los Flujos del Trabajo y de los Flujos de Información.
El nacimiento de esta perspectiva proviene de la Escuela de la Investigación Operativa. Se caracteriza por un enfoque total, sistémico de los problemas, dirigido a un enfoque organizado de la estrategia militar. Se caracteriza además, por integrar conocimientos de diversas ciencias sociales, físicas y matemáticas.
En la primera guerra mundial se hicieron diversos intentos de análisis matemático de las operaciones militares.
En la segunda guerra mundial, se logró resolver el modo de distribuir la aviación de reconocimiento para descubrir convoyes, logrando minimizar la cantidad de aviones. En ello se emplea un modelo matemático, se sistematiza el problema, se calcula una solución óptima y se excluyen del modelo las diferencias individuales de actuación entre hombres o grupos.
Se logra caracterizar las siguientes fases:
Planteamiento del problema
Construcción de un modelo matemático
Obtención de solución
Verificación del modelo y solución
Establecimiento de controles sobre la solución
Puesta en marcha de la solución
Además, se tienen en cuenta el mayor número de variables, optimizándose la eficacia que depende de variables controlables e incontrolables. Se intentan varias soluciones y diferentes tipos de relaciones.
Todos estos conceptos, se perfeccionan con el Modelo de Dinámica de Sistemas planteado por Forrester. A través de él, se intenta describir el comportamiento de la Organización y su entorno exterior.
Según estos conceptos en una Organización existirían seis subsistemas:
Pedidos (de los clientes)
Materiales (materias primas y manufacturas)
Dinero
Personas
Medios de Producción
Flujos de información (interconecta los subsistemas)
Esta perspectiva se ha complementado últimamente con diferentes técnicas de simulación a través de computación.
Además, se han desarrollado diversas teorías de los sistemas de información para planificacion, coordinacion y control de gestion basados en computadores.
Desde esta perspectiva, una Organización es esencialmente horizontal, se centra como fluye el trabajo y la información a través de ella. Las Organizaciones se subdividirían en:
Gerencia de Flujo de Información
Gerencia de Flujo de Materiales
Gerencia de Flujo de Dinero
Gerencia de Flujo de Pedidos
Gerencia de Flujo de Personal
Gerencia de Flujo de Medios de Producción
Perspectiva Humana.
Las fuentes de esta perspectiva provienen de la Escuela de las Relaciones Humanas, la Escuela del Desarrollo Organizacional y la Escuela de los Teóricos Multidimensionales.
a) La Escuela de las Relaciones Humanas.
Esta Escuela nace con los estudios acerca de los efectos de la intensidad de la luz sobre la eficacia en la producción efectuados en el año 1924 en la Western Electric A.N.C. U.S.A.
En estos estudios no se halló una relación lógica entre la intensidad de la luz y la eficacia del trabajo, ello llevó a repetir el estudio por un Grupo de Investigadores de Harvard Business Scholl en la Fábrica Hawthorne. Estos estudios consistieron en someter a un grupo de trabajadoras a variaciones en la intensidad de la luz desde una similar a la luz solar hasta otra similar a la luna llena. Curiosamente, cada vez que decrecía la luz, se incrementaba la producción, hasta el punto que fue imposible ver.
Todo ello llevó al descubrimiento del "efecto pecera" o "efecto hawthorne" consistente en el mayor rendimiento resultante del hecho que los obreros sepan que son observados con interés, tratados como personas importantes y considerados en sus necesidades.
Ello ocasionó que las actitudes, moral y efectos de grupo fuesen investigados con mayor interés. Se iniciaron los estudios de los estilos de supervisión.
En estudios efectuados en Michigan y Ohio, se comprueba que el liderazgo orientado hacia las personas es más eficaz que el liderazgo orientado hacia la producción.
Se iniciaron los cambios en el adiestramiento de los capataces y se les transforma desde ser autoritarios y severos hacia ser individuos agradables. Los capataces antes autoritarios y ahora agradables no son creídos por los obreros, volviendo a ser autoritarios, ello lleva a desvirtuar los descubrimientos.
Finalmente, esta Escuela inicia estudios y proposiciones para integrar las Relaciones Interpersonales con la Teoría de Sistemas.
b) La Escuela del Desarrollo Organizacional.
La Escuela del Desarrollo Organizacional es una prolongación de la Escuela de las Relaciones Humanas. Sus fundadores fueron Kurt Lewin y colaboradores.
Este grupo, estudiando la superación de la resistencia a los cambios, descubre como la colaboración de los obreros en el planeamiento de los cambios de producción logra disminuir el tiempo de demora en obtener ritmo normal, en comparación con cambios impuestos en forma autoritaria.
En el estudio de grupos infantiles se descubre que el estilo de liderazgo afecta a la producción del grupo. Los niños con jefes autoritarios producen más; pero de más baja calidad que los con jefes democráticos. Los grupos con mando autoritario se disgregan cuando el jefe abandona la habitación. La satisfacción personal es mayor en los grupos democráticos. El grupo "laissez-faire" obtiene menos éxito que los otros grupos.
Luego, se desarrollan los primeros métodos de intervención en los grupos, desde el campo de la sicología social.
Finalmente, nacen los grupos de sensibilidad o grupos T, que consisten en reuniones de un día a dos semanas, sin programa, orientados a adquirir conciencia de virtudes y debilidades personales, de su forma de comunicación y como es posible cambiar el comportamiento de las personas y los grupos a las nuevas situaciones del medio.
c) La Escuela de los Teóricos Multidimensionales.
En esta escuela, se pensaba que algunas cuestiones del comportamiento humano, tenían una sola dimensión.
Maslow, estimaba que no podía haber satisfacción de necesidades superiores sin previamente satisfacer las necesidades inferiores. La Escala de Maslow jerarquizó las necesidades en Fisiológicas, de Seguridad, Sociales, de Desarrollo, y finalmente, de Crecimiento.
Herzberg, descubrió que la motivación posee dos dimensiones no demasiado relacionadas, por un lado, cuando los aspectos contextuales del trabajo, tales como condiciones y supervisión, son favorables, no existe satisfacción ni insatisfacción, ellos son sólo higiénicos, su presencia evita la insatisfacción, en cambio, su precariedad, produce insatisfacción.
Por otro lado, cuando el contenido de los empleos, tales como magnitud de la responsabilidad y naturaleza del trabajo, son favorables, existe satisfacción y son motivadores. Su presencia produce satisfacción y aumento de la productividad duradera superior a los niveles normales.
Entre los Factores de Insatisfacción o Higiénicos se clasificaron la Política y Administración de las Organizaciones, la Supervisión, el Muy Poco Trabajo, las Condiciones del Trabajo y el Sueldo.
Entre los Factores Satisfactorios o Motivadores se clasificaron la Realización, el Reconocimiento, el Trabajo Estimulante, la Responsabilidad y el Ascenso.
Continuando con el desarrollo de esta Escuela, Robert Blake profundiza buscando qué estilo de Dirección puede optimizar la eficacia de la Organización. Para ello establece dos dimensiones, el interés por la persona y el interés por la producción. Concluye que ninguna organización logrará eficacia plena a menos que se preocupe en forma simultánea de las personas y de la producción.
Posteriormente, Fiedler estudia los estilos de liderazgo basándose en tres dimensiones: a) el líder en relación del puesto (fuerte-débil); b) la relación líder - miembros (favorable-desfavorable); y la definición del puesto (claro-vago). De todo ello se concluyó que no existe un estilo mejor y que depende de las condiciones.
En condiciones extremas muy favorables o muy desfavorables, sería más eficiente un estilo autoritario. En condiciones intermedias sería más eficiente un estilo democrático.
Hacia un Enfoque Total, Sistémico e Integrado.
Desde principios de la década de los 80, se viene avanzando hacia un enfoque Total, Sistémico e Integrado de la Gestión. De ellos presentaremos un resumen de la Administración por Objetivos, Calidad Total y Reigeniería de Procesos de Negocios.
Administración por Objetivos.
La Administración por Objetivos es un proceso progresivo, sistemático y permanente, mediante el cual los Gerentes, Jefaturas y Trabajadores identifican y acuerdan objetivos y finalidades comunes para la organización, condiciones que deben cumplirse, definiendo áreas de responsabilidad (o de efectividad) individual y compartidas, como guías para dirigir la unidad organizacional, asegurando así la contribución de todos los miembros hacia los objetivos.
Las Areas de Responsabilidad, constituyen un conjunto de resultados esperables de un nivel de la organización, Gerencia, Subgerencia y Jefaturas y no varían fuertemente con el transcurso del tiempo, son pautas semivariables.
En una Empresa Comercial, como ejemplo, ellas pueden ser: Area Rentabilidad, Area Comercial, Area Materiales, Area Mano de Obra.
En un Establecimiento Asistencial del Servicio de Salud, ellas pueden ser: Salud Pública, Personal, Medicamentos, Insumos, Equipamiento, Instrumental, Máquinas de Oficina, Mobiliario, Información, Organización y Coordinación.
Los Objetivos reflejan lo que los Directivos o Jefaturas acuerdan realizar dentro de un área de responsabilidad.
Los Objetivos deben cumplir con las siguientes características: a) que sean medibles; b) que estén expresados en términos cuantitativos; c) que el costo de su medición no sea superior a la utilidad que presta; d) que sean individuales; e) que tengan un límite de tiempo fijado para su cumplimiento; f) que no sean demasiados; y g) que sean simples.
Para fijar los Objetivo se adopta un método periódico, a través de la puesta en marcha de un sistema. Para ello pueden adoptarse dos métodos:
El primero, es el Método Jerárquico. En este caso, el que piensa y desarrolla los objetivos y metas es el superior jerárquico y luego se transmiten a los subordinados y se discuten o no, y se rediseñan, de acuerdo a las circunstancias.
El segundo, es el Método de Trabajo en Equipo. En este caso, los objetivos se elaboran en conjunto entre superiores jerárquicos y subordinados, aceptándose las iniciativas de estos últimos.
Calidad Total.
En sus conceptos más simples, calidad se define como la conformidad que presenta un producto o servicio con los requerimientos. También, se define como el grado en cual un producto o servicio específico se ajusta a un diseño o especificación.
En su concepción más restringida, el control de calidad se ha aplicado en las organizaciones manufactureras de productos, en donde la función la ha desempeñado el Departamento de Control de Calidad compuesto por un conjunto de especialistas que con técnicas propias revisan los productos, comprobando si satisfacen los requerimientos de los respectivos diseños, como así también, la satisfacción de los consumidores en el uso de ellos.
En su concepción más amplia, el control de calidad (también llamado Calidad Total) es un sistema de métodos de producción que en forma económica, genera bienes y servicios de calidad, acorde con los requisitos de los consumidores. Con ello procura desarrollar, diseñar, manufacturar y mantener un producto que sea el más económico, el más útil y siempre satisfactorio para el consumidor.
Organizacionalmente la función de Control de Calidad Total es desempeñada por todas las Secciones, Departamentos, Divisiones, Unidades Organizacionales y personas que laboran en la institución.
De este modo, cuando una organización se incorpora a administrar bajo los conceptos de calidad total, constituye un sistema para integrar los esfuerzos en materia de desarrollo de calidad, mantenimiento de calidad y mejoramiento de calidad realizados por diversos grupos, de modo que sea posible producir bienes y servicios a los niveles más económicos y que sean compatibles con la plena satisfacción de los clientes.
Todas las acciones de la organización se ejecutan en la perspectiva de satisfacer los requerimientos del cliente o usuario y ello abarca las etapas de calidad del diseño, calidad de los insumos, calidad de los proveedores, calidad de la mano de obra, calidad del equipamiento, calidad del proceso de transformación, calidad de productos o servicios internos y calidad del producto o servicio final.
Para poner en marcha un estilo de gestión basado en los conceptos de calidad total, debe comenzarse organizacionalmente desde arriba hacia abajo, es decir, desde el grupo directivo hacia los niveles inferiores.
Se comienza con la definición que los directivos efectúan de la visión de la organización en el largo plazo, la definición de la misión, luego se definen los procesos esenciales y sobre ellos se aplican las técnicas de perfeccionamiento de calidad a través de la formación de grupos de calidad, también denominados grupos de mejoramiento continuo, que en forma permanente efectúan su labor en todas las divisiones. Se forman grupos de proyectos (que abarcan varias divisiones) y grupos naturales (al interior de una división).
Las técnicas pueden clasificarse en dos tipos. Las primeras están orientadas a la formación del grupo y obtener motivación y productividad del equipo y sus reuniones, tales como manejo de la tabla, manejo del tiempo, control de acuerdos y tareas, torbellino de ideas, grupo nominal, técnica delfos, etc. Y las segundas, denominadas estadístico- gráficas, están orientadas al análisis de las situaciones, tales como estadística descriptiva, gráficos estadísticos, diagrama de flujo, diagrama causa-efecto, encuestas, etc.
Reingeniería de Procesos de Negocios.
El autor Oscar Barros en su libro "Reingeniería de Procesos de Negocios" dice que la Reingeniería de Procesos de Negocios tiene como idea fundamental el obtener ventajas competitivas por medio de una innovación radical en el manejo organizacional de la empresa o institución, utilizando como palanca de cambio la Tecnología de la Información.
Luego, este mismo autor expresa que fue Michael Hammer quien definió formalmente la Reingeniería como: "el análisis fundamental y el rediseño radical de los procesos de negocios, para conseguir mejoras substanciales en el desempeño, en aspectos tales como costo, calidad de servicio y velocidad".
Barros señala como conceptos claves en esta definición:
Rediseño radical o cambio radical, en contraposición a mejora gradual; es decir, se busca un quiebre que produzca un cambio estructural profundo en el manejo de la Organización, lo cual tiene como consecuencia que no es cambio ni mejora continua sino una innovación concentrada en período corto de tiempo.
Búsqueda de mejoras sustanciales en el desempeño, cuyo último propósito es obtener ventajas competitivas o sea, no se buscan mejoras marginales de algunos puntos porcentuales, sino que se aspira a incrementar el desempeño en órdenes de magnitud 10 veces superior.
Innovación profunda derivada del análisis fundamental de un negocio, que implica que se cuestionan las prácticas organizacionales convencionales y todos los supuestos implícitos o explícitos que están detrás de tales prácticas.
Más adelante, Barros cita la definición de Fried:
"El rediseño de procesos de negocios es una metodología para transformar los procesos de negocios de una organización para obtener mejoras sustantivas en la calidad, respuesta, flexibilidad y costo, para competir más efectiva y eficientemente en un mercado elegido".
La idea de proceso de negocio, generaliza el concepto de proceso productivo, donde siempre hay un producto final como resultado de una serie de etapas, operaciones o transformaciones a partir de los insumos componentes. Esta generalización se produce hacia otros procesos, que son también secuencias de pasos, operaciones o transformaciones, cuyos resultados son productos o servicios provistos a clientes externos o internos.
La característica fundamental de los procesos de negocios es que cortan las líneas funcionales tradicionales de las empresas, llamadas silos. Esta visión de proceso produce un cambio de óptica en relación a cómo se ha abordado tradicionalmente la mejora de las diversas áreas de la empresa, particularamente con el apoyo de Sistemas de Información, en donde lo habitual había sido centrarse en el cambio de un área funcional. La Reingeniería, a partir del concepto de proceso, hace caso omiso de las barreras funcionales y cambia todo lo que haya que cambiar para mejorar radicalmente las relaciones interfuncionales y conseguir como resultado fundamental la mejora del producto o servicio final.
Luego, Barros señala que otro concepto subyacente en la Reingeniería es su enfoque sistémico, vale decir el mirar la empresa como un todo, sin considerar barreras organizacionales que habitualmente restringen la innovación.
Esto necesariamente implica el compromiso de los niveles superiores de la empresa y, habitualmente, un enfoque topdown, en cuanto a establecer las prioridades para el cambio y la definición de los ámbitos organizacionales a los cuales el cambio afectará. El cambio debe ser liderado por los ejecutivos de la empresa y comprender todos los segmentos de la misma que sean necesarios para conseguir algún propósito estratégico.
Luego, Barros concluye que para producir un cambio radical es necesario recurrir a la tecnología, en particular a las Tecnologías de la Información, que permiten llevar a la práctica el cambio.
En este mismo libro, Oscar Barros menciona las siguientes tecnologías habilitantes:
Tecnologías de coordinación:
EDI: Conexíon de computadoras de diferentes empresas con datos estandarizados.
Correo Electrónico, Fax y Voz.
Groupware: Conexión de computadoras para participación de múltiples miembros de un grupo en metas comunes: incluye correo electrónico, conectividad con Fax, Programación de Agendas, Discado automático, Uso compartido de documentos, Videoconferencia.
Workflow: Conexión de computadoras para administración automática de eventos recurrentes, p.ej. flujos de documentos.
Tecnologías de Toma de decisiones: modelos.
Tecnologías de Desarrollo: sistemas case.
Para Oscar Barros la Reingeniería de Procesos de Negocios tiene las siguientes fases:
1. Definir el proyecto
1.1 Establecer objetivo de la reingeniería.
1.2 Definir ámbito de procesos a rediseñar.
2. Entender situación actual
2.1 Modelar situación actual.
2.2 Validar y medir.
3. Rediseñar
3.1 Establecer Dirección de Cambio.
3.2 Seleccionar Tecnologías Habilitantes.
3.3 Modelar y evaluar rediseño.
3.4 Detallar y probar el Rediseño.
4. Implementar
4.1 Construcción del software.
4.2 Implementar el software.
4.3 Implementar procesos.

Una Nueva Interpretación de la Gestión como una Red de Compromisos.
Hablando sobre la Administración Tradicional, en el libro "Inventando la Empresa del Siglo XXI", Fernando Flores menciona que desde la Segunda Guerra Mundial se han hecho una serie de intentos para desarrollar una investigación científica del campo de la administración recientemente consolidado. Pudiendo distinguirse básicamente tres tendencias diferentes que han contribuido a este desarrollo.
La primera de éstas es la "Ciencia de la Administración". Muchos han sostenido que es posible crear una disciplina teórica seria de la administración. El fin de la ciencia de la administración sería producir una teoría normativa de toma de decisiones y de conducta social en las organizaciones, que se basa en la teoría de sistemas, investigación operacional, teoría de toma de decisiones y otras disciplinas. Este movimiento se desarrolló durante la década de los 50 y floreció en los años 60 con la formación de nuevas escuelas entre las que ha habido frecuentes y ásperas disputas metodológicas.
El segundo movimiento corresponde a la creación, dentro de la sociología norteamericana de un campo autónomo dedicado al estudio de las organizaciones. Este programa que ha sido desarrollado tanto en Estados Unidos como en otros países, intenta proveer de una teoría general de las organizaciones sobre la base de estudios de todas ellas, desde grupos pequeños hasta el contexto social global, incluyendo burocracias y otros tipos de organizaciones intermedias.
Un tercer movimiento tiene sus orígenes en el trabajo de Taylor y Fayol a comienzos de este siglo. La organización de un federalismo descentralizado, le dio a este movimiento su carácter único, desarrollándose nuevos modos de atacar los problemas a través de consultores de administración y directores creativos enfrentando problemas surgidos de situaciones concretas.
Luego, Flores destaca que constata que aún en la tradición anglosajona ha estado siempre ausente una reflexión filosófica seria sobre la administración.
Posteriormente, Flores efectúa las siguientes afirmaciones provisionales:
1) Hay una rica tradición de administración que comenzó con la manufactura industrial moderna en Inglaterra y que más tarde se desarrolló en Estados Unidos. A esta tradición la característica que la define es su habilidad para hacer frente a un proceso permanente y autoinducido de innovación.
2) Hay también, una tradición de administración burocrática, que originó con la administración de imperios e iglesias y que está aún presente en la sociedad moderna en forma de procedimientos legales y administrativos. A esta tradición la caracteriza el tratar los sucesos como instancias repetitivas de casos interpretados previamente, todos los cuales se resolverán de un modo similar.
3) Es necesario tomar en cuenta a lo menos tres fuentes de reflexión sobre administración: 1o una disciplina concerniente respecto al problema técnico de la optimización de la toma de decisiones; 2o una disciplina que busca el enriquecimiento de las categorías y de la calidad de las explicaciones para las organizaciones y para la acción en general; 3o lo que se deriva directamente de la práctica de atacar los problemas de organización y eficiencia.
Luego Flores concluye que los dos enfoques teóricos, el enfoque tradicional o ciencia de la administración y en enfoque sociológico, son incapaces de ofrecer una relación de cómo enfrentar los problemas de organización que inspire el mismo grado de confianza que el que propone la escuela práctica con su rico trasfondo de experiencias. Esto se debe a que no ha habido nunca una explicación teórica adecuada de la acción humana, hecho que ha entrabado el desarrollo de las ciencias sociales.
Finalmente Flores concluye que hoy día existen las condiciones para desarrollar una teoría del lenguaje y de la acción con la cual se pueden comprender los problemas de comunicación y administración y que ese nuevo enfoque es posible fundarlo en la tradición filosófica.
Desde este nuevo enfoque, es posible presentar un nuevo esquema para discutir las organizaciones y la actividad de diseñarlas. Las nociones de compromiso y escuchar juegan un papel importante.
Flores señala que usando el termino "empresa" para denominar cualquier organización que esté interesada en la sobrevivencia y en la autonomía, una empresa es una organización que se compromete a cumplir un tipo de pedidos particulares mientras hace frente a circunstancias imprevisibles y se empeña por mantener abiertas las posibilidades para el futuro.
Flores señala que una empresa puede sobrevivir sólo en la medida en que puede contraer compromisos y cumplir con ellos, para lo cual, a su vez, toma compromisos relativos a los recursos que requiere para cumplir con los compromisos contraidos. Por lo tanto, para que una empresa sobreviva, debe ser capaz de hacer frente a circunstancias imprevisibles que ponen en peligro su habilidad ara cumplir sus compromisos. Cualquier actividad que no contribuya al cumplimiento de sus compromisos es irrelevante para la sobrevivencia de la empresa.
Flores dice que debido a que siempre la empresa está anticipando las condiciones de cumplimiento de los compromisos que da y que recibe, el futuro de la empresa está determinado. Para evitar ser aplastada por las demandas futuras determinadas por la naturaleza de sus compromisos, la empresa se esfuerza en mantener abiertas sus posibilidades para el futuro.
Más adelante, Flores agrega que al satisfacer los compromisos de la empresa, el personal está involucrado en una red de conversaciones. Esta red incluye peticiones y promesas para llevar a cabo los compromisos y puede también incluir informes sobre las condiciones para satisfacerlos, informes sobre las circunstancias externas, declaraciones de nuevas políticas, etc. Se generan redes especiales de conversaciones para conversaciones recurrentes dirigidas al manejo de situaciones repetitivas; las oficinas están organizadas en los nodos de estas redes.
Flores explica que claramente las empresas se encuentran comúnmente con muchos pedidos que ellas pueden manejar estableciendo compromisos con condiciones de satisfacción que son básicamente similares desde el punto de vista de la empresa como un todo o de una gran parte de su organización. Es decir, estos compromisos pueden ser satisfechos con la activación de ciertas redes especiales de conversaciones recurrentes, en las que difieren solamente ciertos detalles de contenido de las conversaciones y no su estructura general.
Para Flores, estas redes de conversaciones recurrentes constituyen el núcleo de la organización; ellas están personificadas como oficinas que se intercomunican, cada una especializándose en satisfacer ciertas clases de compromisos.
Flores agrega que estas conversaciones pueden analizarse a objeto de rediseñarlas en sí mismas y también los sistemas de comunicación que las apoyan y que en la práctica estos dos enfoques deberían ser paralelos y complementarios. El análisis de las redes conversacionales puede revelar puntos susceptibles de fallas comunicativas, lazos conversacionales tortuosos e innecesariamente indirectos, atrasos críticos, cuellos de botella y otras deseconomías.
Flores afirma que se pueden remover estas deseconomías y se puede dar un apoyo más firme a la red conversacional con la ayuda de una tecnología de sistemas de comunicación por computador, diseñados en forma apropiada. Se pueden diseñar nuevas redes conversacionales que le den a la organización la habilidad de reconocer y realizar nuevas posibilidades. Una parte integral de esta renovación organizacional es el entrenamiento del personal en competencia comunicativa básica.
Luego, Flores concluye que sorprendentemente hay pocos "bloques de construcción" conversacionales básicos (p.ej. petición, promesa, oferta, aceptación, reconocimiento) que frecuentemente se repiten en estas redes y que la capacidad tecnológica que es necesario desarrollar y que sea capaz de ofrecer sistemas de apoyo para redes conversacionales, puede ser de diseño modular.
Finalmente, Flores expresa que la tesis principal se puede exponer brevemente: 1) Las organizaciones existen como redes de directivas y comisivas; 2) Los quiebres ocurrirán inevitablemente y la organización necesita estar preparada; 3) Todo el proceso de división del trabajo ha sido creado en respuesta a una constante inquietud (heredada culturalmente) como un modo de anticipar los quiebres con éxito: 4) El proceso de comunicación debería ser diseñado para traer consigo una toma de conciencia significativa de la ocurrencia de los quiebres y de las directivas apropiadas para ello; 5) Debe reforzarse y desarrollarse la toma de conciencia de cada miembro de la organización sobre su participación en la red de compromisos.

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